EL EDIFICIO QUE NOS OCUPA es una construcción de medianas dimensiones, levantado en sillería caliza extraída de los páramos cercanos. Presenta planta rectangular con dos naves de tres tramos y cabecera recta. La nave de la epístola se modificó y amplió en el siglo XVIII para construir tres capillas abiertas a la nave central. Éstas aprovechan los mismos arcos formeros de medio punto que apoyan en pilares de sección cuadrada. Todos los tramos se cubren con ladrillo estucado del siglo XVIII. Las dos únicas bóvedas pétreas son de crucería estrellada, localizándose en la sacristía del lado del evangelio y en una capilla del siglo XVI abierta en el lado de la epístola. El edificio original, de inicios del siglo XIII, debió de tener parecidas dimensiones que el actual. De esos momentos se conserva parte del aparejo de la cabecera y el lado del mediodía donde se sitúa la portada. Las fases constructivas van pues desde el románico pasando por el gótico más tardío hasta llegar al siglo XVIII, cuando se acometió una obra global reconstruyendo de nuevo el hastial occidental, el muro septentrional, las capillas de la epístola, el baptisterio y las cubiertas. El único acceso se efectúa desde la portada románica abierta en el lado sur y cobijada por un pórtico. Está formada por un arco de medio punto con el intradós moldurado con dos baquetones y una serie de cuatro arquivoltas ligeramente apuntadas que descansan sobre cimacio vegetal, semicolumnas y jambas esquinadas. El guardapolvo presenta hojas de roble y las arquivoltas diferentes motivos vegetales (prótomos de crochets, pámpanos de vid y racimos) y animalísticos (aves, peces y cuadrúpedos). Por su parte el cimacio, de considerable grosor, porta racimos, pámpanos y una arpía. Todos los fustes de las semicolumnas fueron groseramente restaurados con hormigón. Los capiteles, que se prolongan a modo de friso lateral, son de tosca labra y están tremendamente erosionados, si bien todavía permiten distinguir en el lado izquierdo a un san Miguel psicopompo junto a un demonio, un guerrero alanceando a un ser fantástico, Cristo flanqueado por san Pedro y san Pablo, además de otros tres personajes con ropas talares (uno de ellos parece una mujer tocada con barboquejo). En el lado derecho se intuyen tres ángeles psicopompos y dos mujeres portadoras de cestas con frutos, en el centro aparecen dos personajes masculinos, uno sujeta algo con sus manos mientras que el otro señala con el dedo hacia arriba. El friso lateral derecho aparece tan erosionado que nos resulta imposible intuir qué asunto se representó, a lo sumo advertimos varias figuras que parecen tener sentido negativo (una de éstas presenta cabellos llameantes). Según García Guinea se trata de una portada de cronología avanzada con claros elementos góticos en los temas de las arquivoltas. Se custodian en el interior de la parroquia dos imágenes de la Virgen con el Niño, ambas de finales del siglo XIII. Una de ellas, la Virgen del Valle, se conserva en un retablo del lado de la epístola muy restaurada y repintada. La otra está instalada en un retablo barroco de la nave del evangelio. Ambas son de madera policromada y pertenecen al tipo de Virgen maternal con el Niño sentado sobre la rodilla izquierda de su madre y bendiciendo con la mano derecha.