Santa Maria de Fenals d’Amunt
Iglesia de Santa Maria de Fenals d’Amunt
La iglesia de Santa Maria de Fenals está situada en el vecindario de Fenals d’Amunt, al Norte del término municipal de Castell-Platja d’Aro. No debe confundirse con la iglesia también dedicada a Santa Maria que hay en el pueblo más cercan a la costa de Fenals d’Aro, que por otra parte es un edificio del siglo xviii. Para acceder a la iglesia románica lo mejor es llegar desde Calonge, que dista unos 4 km, por la carretera GIV-6612 que se dirige a Romanyà de la Selva. Tras pasar el vecindario de Cabanyes, sale a mano izquierda un camino pedregoso y en mal estado, que debe seguirse unos 2 km hasta llegar al templo. Es imposible transitar sin un vehículo especial, e incluso el itinerario a pie puede resultar un poco duro por la pendiente y el estado del camino.
Santa Maria de Fenals se cita por primera vez en un diploma de Lotario de 968 (Fenalis cum Ecclesia Santae Mariae). Aparece luego en una confirmación de bienes donados al monasterio de Sant Feliu de Guíxols por parte de los condes de Barcelona-Girona, fechada en 1016, que alude a una donación anterior de mediados de siglo x.
La iglesia es una construcción de dimensiones modestas, aunque con evidente encanto. Es de nave única, cubierta con bóveda de cañón articulada por un único fajón, y con un ábside semicircular en el extremo oriental, que cubre con el habitual cuarto de esfera. No se conserva la fachada oeste, sustituida por un muro de cierre moderno, ni tampoco el extremo occidental de la bóveda, por lo que el último tramo del edificio va cubierto con una techumbre de madera, también moderno. Este tramo había sido reconvertido en pórtico (quedando reducidas, pues, las dimensiones del templo), pero una intervención moderna ha reintegrado el espacio en la estructura edilicia. Toda la iglesia, en realidad, fue notablemente restaurada tras adquirirla el Ayuntamiento en 1996.
Lo más interesante es la cabecera. El ábside se articula con cuatro grandes lesenas separadas en su parte superior por series de tres arquillos ciegos, según modelos decorativos del primer románico meridional, que no continúan en el cuerpo de la nave. Hay también una ventana de doble derrame abierta en el eje del ábside, con arco de medio punto adovelado. Dos ventanas similares se abren en la fachada meridional de la iglesia, donde se encuentra también la sencilla puerta de acceso, adovelada y austera, ciertamente fruto de restauración. Hay otra abertura de formato similar, aunque de mucho mayor tamaño, en el extremo este del mismo costado; quizás conectaba el templo con alguna construcción adosada (de la que sin embargo no hay noticia alguna), pero ahora está tapiada con cemento.
Resulta de cierto interés la combinación de materiales utilizados en la fábrica. El aparejo de los muros es a base de bloques de caliza simplemente desbastados, bastante irregulares. Las lesenas absidiales utilizan, en cambio, grandes sillares de material granítico, que aparece también en elementos destacados de la fábrica: en las mensulillas de los arcos ciegos, en una cornisa biselada que se extiende por todo el edificio (excepto en la restaurada fachada occidental) y, en el interior, en el arco fajón y en el doble arco triunfal que introduce el ábside. También hay bloques de granito en los ángulos del cuerpo de naves, lo que resulta algo extraño, y en el adovelamiento sin duda moderno de la puerta de entrada y de la gran abertura meridional. Cabe destacar también el pavimento interior, a base de losetas de piedra, que por lo menos en parte podrían ser las originales.
Aunque se sabe de su existencia con anterioridad, el edificio del que hablamos parece se runa obra románica de avanzado el siglo xi.
Texto y Fotos: CONSUELO VILA MARTÍ
Bibliografía
Badia i Homs, J., 1977-1981, I, pp. 150-51; Catalunya Romànica, 1984-1998, VIII, p. 196; Marqués Casanovas, J., 1981, pp. 204.