Iglesia de Santa Maria

La iglesia original de Santa María de Ribes fue construida en el año 1035. Su fundador fue Guifré II (957-1050), conde de Cerdanya y hermano del abad Oliba de Ripoll, pues la mayoría del valle de Ribes pertenecía entonces a dicho condado. Entre 1119 y 1134, el lugar de Ribes cobró cierta relevancia durante el pleito interpuesto por Guillem de Salsa, que reclamaba para sí mismo la herencia del condado de Cerdanya. Su argumento se basaba en el hecho de que era nieto de Enric, hermano del conde Guillem Ramon (1068-1095), y, por lo tanto, no aceptaba la incorporación de estas tierras al condado de Barcelona, tras la muerte de Bernat I (1109-1118). Para ello, utilizó la villa de Ix, donde había una casa condal y derecho a mercado como capital, y se sirvió asimismo de Ribes como plaza fuerte por ser el paso hacia el Vallespir.

Cabe suponer, así, que tanto durante el período de Guillem de Salsa (1119-1134) como en las décadas posteriores, la iglesia de Santa Maria de Ribes adquirió gran importancia como centro administrativo de rentas. Desde su fundación, en 1035 el templo estaba bajo jurisdicción condal y desde allí se gobernaba, en nombre del conde, la villa y el valle. Desde el año 1158 sabemos que un tal Ramon de Ribes ejercía este papel como oficial real, de manera abusiva, lo que llevó a una revuelta popular que supuso el derribo y la construcción de una nueva iglesia en el año 1200, que pasa entonces a regirse por una comunidad eclesiástica hasta su disolución en a mediados del siglo xiv. El santuario, que se convirtió entonces en parroquial, fue ampliado en el siglo xviii. En 1936, el alcalde Lluís Córdoba, durante la Guerra Civil y ante la penuria de gran parte de la población del pueblo, decidió derribar la iglesia para urbanizar dicho espacio y dar así trabajo a los miembros de la comunidad. No obstante, el edificio fue posteriormente reedificado por el arquitecto J. Danés y Torras en un estilo neorrománico que intentó recuperar, en parte, la memoria de la antigua construcción. No obstante, a falta de una excavación sistemática, resulta difícil reconstruir el aspecto arquitectónico original del templo.

Así, el edificio que podemos observar en la actualidad es, en realidad, la reconstrucción realiza por Danés y Torras entre 1945 y 1946. Se trata de un nuevo templo de nave única, que se caracteriza por los amplios arcos parabólicos de su interior, así como por la altura de su cubierta exterior: con un tejado a dos aguas cubierto con pizarra y mansardas que evoca soluciones de la arquitectura popular de la montaña pirenaica. No obstante, como testimonio de la primitiva iglesia románica quedan tres ábsides, adornados exteriormente con arcuaciones lombardas y un friso de dientes de sierra, que actualmente son las capillas laterales de la nueva iglesia. Se trata evidentemente de la cabecera del antiguo templo, que Danés quiso reconstruir en el estilo ideal del primer románico catalán, A falta de un estudio arqueológico del área no es posible, hoy en día, proponer el aspecto de este primitivo templo, el cual, como se ha comentado había sufrido diversas reconstrucciones tanto en el año 1200 cono en el siglo xviii. En el ábside central de esta triple cabecera “románica” se colocó una reproducción del Baldaquino de Ribes, el cual procede probablemente de este templo.

Texto y fotos: Manuel Antonio Castañeiras González