Sant Just i Sant Pastor de la Valldan
Iglesia de Sant Just y Sant Pastor de
La iglesia se alza en un cerro de la sierra de Sant Just, a unos 600 m al Sur del pueblo de
La parroquia de
La iglesia presenta planta de nave única y ábside semicircular. El paramento exterior de éste es liso, y en él se abren dos ventanas de doble derrame y arco de medio punto adovelado, una en el centro y otra en el lado sur. El ábside está asentado sobre un zócalo realizado con grandes piedras sin trabajar, que formaría parte de los cimientos. En el muro meridional, que es liso, se encontraba la puerta original, actualmente tapiada, formada por un arco de medio punto dovelado. En la parte superior del tramo oriental de este lienzo se halla una estrecha ventana rectangular rematada con una pieza a la que se le ha dado una ligera curvatura parecida a un arco. Por debajo de ésta y por encima de la puerta discurre una serie de mechinales. Recorre la parte superior del ábside y de los muros laterales, bajo la cornisa, una moldura biselada. En la fachada occidental se abren la actual puerta y, sobre ella, una ventana de doble derrame y un sencillo perfil rectangular que utiliza como dintel un sillar rectangular. Tanto la puerta como el campanario de espadaña de doble ojo que corona el frontis y un pórtico adosado, del cual sólo resta parte del muro y del banco corrido en la esquina más occidental, debieron de ser realizados en una reforma posterior. También es resultado de una intervención en época posterior la sacristía adosada a la esquina septentrional del templo. El aparejo utilizado está formado por sillarejo bastante tosco, formado, de tamaño desigual, pero dispuesto uniformemente en hiladas y unido con argamasa. La techumbre está realizada a base de losas.
El interior se conserva en un estado bastante deficiente. La nave se cubre con una bóveda de cañón, en la que los numerosos desconchados permiten visualizar en algunas zonas el aparejo original. La bóveda se halla reforzada por un arco fajón ligeramente apuntado. El ábside se cubre con bóveda de cuarto de esfera y se abre a la nave mediante un tramo presbiterial cubierto con bóveda de cañón que cuenta con un arco que arranca de sendas ménsulas triangulares. La zona del ábside fue modificada con posterioridad, quizá en 1865, cuando, según una inscripción, se pintó toda la iglesia. La intervención supuso la sección de los laterales del semicírculo, probablemente con la intención de convertirlo en un cerramiento plano, aunque sin que llegara a culminar.
La morfología arquitectónica y el aparejo utilizado llevan a situar el edificio en pleno siglo xii.
Sarcófago
En el interior del templo se conserva un sarcófago de piedra sin tapa y con decoración, únicamente en una de sus caras, consistente en tres motivos en bajorrelieve inscritos en sendos círculos rebajados. El primero de ellos es una flor de seis pétalos con el nervio central marcado con profundo trazo inciso, el segundo presenta una cruz griega y el tercero muestra nuevamente una flor de seis pétalos, esta vez lisos. El círculo es un símbolo ancestral de perfección, que el cristianismo tomó para hacer alusión a los conceptos de eternidad e inmutabilidad inherentes a la divinidad y para representar su reino: el Cielo. La cruz alude, sin duda, a la muerte redentora de Cristo y, por extensión, al concepto de redención tal y como lo entiende la fe cristiana. Respecto a la flor, algunos autores han sugerido que la forma en la que el motivo aparece en el sarcófago, es decir, rehundida y en relieve formando pareja, podría hacer referencia al Sol y la Luna, puesto que su forma puede ser interpretada también como una estrella. En todo caso, este par simbólico, cuya procedencia es aún más antigua, insistiría nuevamente en el concepto de eternidad en un sentido cósmico.
Por otro lado, es preciso recordar que los motivos decorativos que aparecen en este sarcófago son muy frecuentes en el repertorio figurativo románico, asociados a contextos funerarios. Por ejemplo, en el Museu Episcopal de Vic se conservan varios sarcófagos, datados entre los siglos xii y xiii, con una decoración prácticamente idéntica. Asimismo, y aunque con una disposición diferente, el motivo de la flor inscrita en un círculo también aparece en varios sarcófagos procedentes de otras iglesias del Solsonés, como la de Sant Martí, cerca de Linyà, con el mismo número de pétalos, y las de Santes Creus en Castellar de
Teniendo en cuenta las analogías con los ejemplos citados así como las propia datación del edificio, no resulta arriesgado situar la obra en un margen cronológico que abarca entre los siglos xii y xiii.
Texto: Nuria Trigueros Beltrán / Juan Antonio Olañeta Molina - Fotos: Nuria Trigueros Beltrán
Bibliografía
Baraut i Obiols, C., 1978, pp. 50-53; Baraut i Obiols, C., 1983, pp. 237-238; Catalunya Romànica, 1984-1998, XIII, pp. 211-212; Catalunya Romànica, 1984-1998, XXII, pp. 57-59; Oliver i Bruy, J., 2003, pp. 41-42; Vidal Sanvicens, M. y Vilaseca López, M., 1979, pp. 219-222.