Força de Bellpuig
TORTELLÀ
El municipio de Tortellà, con una extensión de unos 11 km², está situado en el sector septentrional de la Garrotxa, aguas arriba de la confluencia del río Llierca con el Fluviá. Limita al Norte y al Este con Sales de Llierca, al Sur con Argelaguer y al Oeste con Montagut i Oix.
La villa de Tortellá, cabeza de municipio, está situada a 18 kilómetros de Olot. La preside la iglesia parroquial de Santa Maria, un edificio neoclásico levantado sobre una primitiva iglesia de origen románico, de la que queda parte de la fachada. La localidad, que está documentada desde el año 996, perteneció a la baronía de Sales, y fue casi completamente destruida por el terremoto de 1428.
Casa fuerte de Bellpuig
Las ruinas del castillo o força de los Bellpuig se encuentran a 1 km al Noroeste del núcleo de Tortellá, en dirección al pueblo de Montagut. Su situación era importante para controlar los caminos del plan de la montaña. Su estado actual es del todo ruinoso.
El acceso es algo complicado debido a la falta de señalización. Desde Tortellà, tomaremos la GIV-5232 hacia Montagut y, al cabo de 1 km, seguiremos a la derecha por un camino inicialmente asfaltado que se transforma en una pista sin asfaltar. Tras dejar el desvío que conduce a Can Camps, seguiremos unos metros y tomaremos otro desvío a mano derecha, que nos conducirá a una explanada donde divisaremos los restos de una masía y, entre el boscaje, hallaremos los del castillo, actualmente de propiedad privada.
Se sabe que el lugar ya estuvo habitado en época carolingia por una familia de terratenientes del condado de Besalú que más adelante pasaron a denominarse Sales. El castillo o casa fuerte de Bellpuig era un centro fortificado documentado ya en el año 1231. Los datos más antiguos que tenemos del linaje de los Bellpuig se remontan al año 1252, cuando se menciona a Berenguer de Bellpuig como feudatario de los señores de Sales. Los terremotos que asolaron la zona en 1428 derrocaron parte de la estructura primitiva, que sin embargo fue reconstruida y, al cabo de pocos años, nuevamente habitada. Parece que en 1462 el rey Juan II ordenó derribarla, aunque no se tiene constancia documental del hecho. En los últimos siglos, sin duda ha servido durante mucho tiempo de cantera para la construcción de nuevas casas vecinas. En las proximidades del lugar donde se encontraba la fuerza actualmente hay una masía abandonada que recibe el nombre, igualmente, de Bellpuig.
El conjunto era una casa fuerte de planta casi cuadrada, que contaba con torres circulares en los ángulos sur y noroeste, mientras que en el ángulo noreste presentaba una especie de torre de planta rectangular. La distancia entre las torres era de unos 10 m mientras que el grosor de los muros estaba alrededor de los 90 cm y 1 m. El diámetro de las torres del sector sur en el interior era de 3 metros con un grosor del muro de 125 cm, mientras que la del sector noroeste era de mayores dimensiones con un diámetro interior de 4 metros. Dejamos constancia que la parte más alta de muros conservados es de unos 2 m. En cambio la torre rectangular conserva muros de una altura aproximada de unos 5 m. Se observan restos de algunas ventanas saeteras y el arranque de un arco.
Además, en la zona sureste del castillo se encuentran las ruinas de la capilla castral, un edificio de planta rectangular con ábside semicircular y bóveda destruida. Pensamos que para poder conocer mejor el pasado del edificio sería necesaria una intervención arqueológica que permitiría además una datación más correcta pues se tienen dudas razonables sobre la misma.
Texto y fotos: Montse Jorba i Valero
Bibliografía
Botet i Sisó, J., s.d., p. 807; Castells Catalans, Els, 1967-1979, III, pp. 102-103; Catalunya Romànica, 1984-1998, IV, pp. 57, 369-369; Matas i Arovitx, J., 1905, pp. 64, 94, 98, 108, 110, 113, 128-133; Monsalvatje y Fossas, F., 1889-1919, I, pp. 201, 301, XIII, pp. 124-125, 293, 341, XVI, p. 102.