Iglesia de Santa Maria de Bolòs

La iglesia de Santa Maria de Bolòs se encuentra en un apartado y tranquilo lugar, localizada en uno de los extremos de la llamada riera de Bolòs, detrás de la sierra de Nevà, ya en la parte exterior del valle de Camprodon. Para llegar hasta su ubicación se debe seguir la carretera C-38 que lleva hasta Molló, y tomar el desvío de Beget que, al cabo de un par de kms, llega a la vecindad de Font-rubí, donde nace la pista de la antigua parroquia de Bolòs. Unas vez localizada la pista asfaltada, se debe seguir el camino de las instalaciones hípicas del Molladar hasta la casa rural de Mas Tubert, donde se debe abandonar el coche y seguir a pie por el camino de la riera de Bolòs.

Gracias a las noticias proporcionadas por el historiador Francesc Montsalvatje, se sabe que la iglesia de Santa Maria de Bolòs fue consagrada el 13 de octubre de 1050. La fecha de la consagración estaba recogida en una consueta parroquial, actualmente desaparecida del Archivo Diocesano de Girona, donde está el archivo de la antigua parroquia. Según Ramon Ordeig, la consagración fue celebrada probablemente por el obispo de Girona, Pere de Carcassona, aunque no se debe descartar que el abad de Sant Joan de les Abadesses y Sant Pere de Camprodon, además de obispo de Carcassona, Guifré de Besalú, fuese el celebrante, ya que por aquel entonces es probable que la iglesia de Bolòs perteneciera al monasterio de Camprodon. Existen varias menciones más al templo durante el siglo xii, recogidas en diferentes documentos notariales, como el testamento de la vizcondesa Ermessenda de Bas, en el que deja un alodio situado en Santa Maria de Bolòs, o una donación a la catedral de Girona de varias tierras de la parroquia.

En su apariencia actual, la iglesia presenta la decoración propia de la época moderna, en que sus paredes fueron cubiertas completamente de pinturas murales y de la que aún se conserva un pequeño coro de madera en su cara oeste, así como las pinturas de algunos de sus altares. El templo románico constaba de una nave de planta rectangular cerrada por un ábside semicircular, del que actualmente solo se conserva una parte (fue suprimido para construir en su lugar una pequeña sacristía de planta cuadrada). La nave está cubierta por una bóveda apuntada, que probablemente fue construida después de los terremotos que durante el siglo xv asolaron la zona, y que posiblemente destrozaron una original bóveda de cañón. Todo el muro norte esta adornado por una serie de siete grupos de dos arcuaciones ciegas cada uno, continuando en la cara oriental con los restos conservados del antiguo ábside semicircular, en los que aún se aprecian dos arcuaciones. En el lado oeste, la iglesia presenta un singular campanario de planta cuadrada, posiblemente mutilado a la altura de la bóveda y que en el primer piso presenta un aparejo irregular; va cubierto con tejado a cuatro aguas. Es necesario remarcar que las arcuaciones ciegas de la decoración del muro norte continúan su trazado en la superficie de la base del campanario, donde se aprecian cinco de ellas. En la fachada sur de la iglesia se encuentra la puerta de entrada, formada por un arco de medio punto adovelado. El encalado que todavía se conserva en este muro meridional no permite confirmar si se repiten las arcuaciones ciegas en esta parte de la iglesia, o si bien fueron suprimidas en alguna modificación posterior.

El aparejo de las partes más antiguas de la iglesia es regular y de pequeño tamaño, como es habitual en las construcciones románicas catalanas del siglo xi. Ello confirmaría la hipótesis de que la consagración documentada en el año 1050 se celebró tras construirse la iglesia.

Texto y fotos: MARTÍ BELTRÁN GONZÁLEZ – Planos: ROSA GIL GUACH

Bibliografía

Catalunya Romànica, 1984-1998, X, pp. 108-109; Montsalvatje y Fossas, F., 1909, II, pp. 140-141; Ordeig i Mata, R., 1993-2004, II, pp. 154-155.