ARA DE ALTAR DE SANTA MARÍA DE LEORIO (GIJÓN) Material: Caliza. Dimensiones: 31 x 26 cm. Actualmente fragmentada en tres pedazos, esta pieza fue descubierta a finales del siglo XVIII o primera década del siglo XIX; fue publicada por primera vez por Martínez Vigil junto con un dibujo de R. Arredondo y posteriormente estudiada por los más prestigiosos autores. Ya se documentaba en el Testamentum de Ordoño I datado en el año 857, recogido en el Liber Testamentarum. Hoy se encuentra empotrada en el retablo-altar de la capilla sur de la iglesia parroquial de San Andrés de la Pedrera. Se trata de una losa de contorno rectangular de reborde resaltado, con inscripción, y relieve de cruz griega de la que penden el alfa y la omega que recuerda la Cruz de los Ángeles. La inscripción, esculpida al modo del siglo XI, está compuesta en cuatro renglones distribuidos en horizontal alrededor de la cruz. La inscripción, de la que conocemos su forma completa a partir del dibujo publicado por Vigil, se transcribe del modo siguiente: CRUCIS ALME FER(O) SIGNV[M] FVGIE DEM(O)N ERA LX(X)XV Que se traduce como: “Llevo la señal de la Santa cruz ¡Huye demonio! Era 89 (post 1000=1051)”. Este texto pertenece a un verso del conjuro antidiabólico de San Eugenio de Toledo, recogido en la Patrología Latina. La tradición literaria de exorcización continuó durante la época visigoda y mózarabe. En nuestra pieza aparece como protector ante las profanaciones. García de Castro señala su parecido con la pieza desaparecida de San Miguel de Quiloño, que presentaba inscripción y cruz de similares características.