Identificador
24760_02_008
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42º 9' 33.07'' , -5º 55' 51.98''
Idioma
Autor
Jaime Nuño González
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)
País
España
Edificio (Relación)
Localidad
San Esteban de Nogales
Municipio
San Esteban de Nogales
Provincia
León
Comunidad
Castilla y León
País
España
Descripción
POR UN LADO ESTÁ LA PORTADA de la iglesia, situada bajo la espadaña y que ya describió Gómez-Moreno. Fabricada en ladrillo y revocada por completo, es un buen ejemplo de arquitectura mudéjar, enmarcada en alfiz rehundido y formada por arco de ingreso seguido de cuatro arquivoltas, todo apuntado y extremadamente sencillo, apoyando en jambas acodilladas que parten de un plinto y rematan en impostas de listel y doble chaflán. Sobre el revoco, de color ocre, se aprecia un dibujo representando despiece de sillares a base de líneas blancas y bajo él se conserva otro similar y lógicamente anterior. Por otro lado, en el lado oriental del conjunto y casi enterrada, se ve aún una saetera hecha a base de sillares de esquisto arenoso, con amplio abocinamiento y arco exterior dotado de arista abocelada. Tan exiguos restos podemos asignarlos a los momentos románicos, aunque en el caso de la ventana, dada su simplicidad y la total ausencia decorativa no resulta sencillo aportar una datación, que en todo caso creemos ya bastante tardía dentro del estilo. Más facilidades ofrece la portada, cuya estructura nos recuerda modelos característicos del mudéjar zamorano o vallisoletano, como es el caso de la ermita del Cristo de las Batallas (Toro), la casi desaparecida portada de Aldea de San Miguel, la de Fresno el Viejo o la ya leonesa de San Tirso de Sahagún, además de muchas otras dotadas de mayor o menor número de arquivoltas; incluso a través de la descripción de la iglesia que nos legó Gómez-Moreno, descubrimos que se trataba de un edificio mudéjar, en la línea de alguno de ésos citados. No obstante, los problemas cronológicos que siguen afectando a la valoración de este tipo de arquitectura, con muy desiguales fechas según los sitios o los autores, alcanzarían también al caso de Santa María de Nogales, aunque somos de la opinión de que al menos en este caso estamos ante un modelo muy tardío, prácticamente conectado ya con la estética gótica. Un apoyo para tal consideración sería la fecha de la segunda consagración de la iglesia, que tiene lugar en el año 1249, aunque tampoco es testimonio incontestable puesto que, como es sabido, esta celebración no siempre es consecuencia de una construcción o reconstrucción del edificio sino que cualquier tipo de sacrilegio o violencia cometida en él requería de una nueva sacralización, y de la carta extendida por el papa Inocencio IV ni una ni otra cosa se pueden deducir.