Identificador
09558_04_004
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42º 53' 31.57'' , - 3º 41' 32.43''
Idioma
Autor
Arturo J. González López
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)
País
España
Edificio (Relación)
Localidad
Manzanedillo
Municipio
Valle de Manzanedo
Provincia
Burgos
Comunidad
Castilla y León
País
España
Claves
Descripción
LAS RUINAS DE LA M ODESTA iglesia parroquial de Manzanedillo se sitúan a unos 200 m hacia el este del exiguo núcleo -junto a la carretera que conduce a Cidad de Ebro-, camufladas y casi totalmente ocultas por la abundante vegetación que las recubre. La construcción, erigida en descarnada mampostería con refuerzo de sillares en esquinales y encintado de vanos, consta de nave única y cabecera compuesta de tramo recto presbiterial y ábside semicircular. Aunque probablemente se conserve el trazado de la nave primitiva, los más claros vestigios románicos se centran en esta cabecera que, pese a haber perdido las sobrecubiertas, aún mantiene la bóveda de cañón que cubre el presbiterio y la de cascarón que cierra el hemiciclo, ambas volteadas sobre imposta ornada con dos filas de billetes de fina labra. En el eje del ábside se abre una pequeña ventana que daba luz al altar, de arco de medio punto doblado y derrame interior, en torno a una saetera. Sobre el hastial occidental de la nave, que como el pre sbiterio aún conserva algunos de los canecillos de simple nacela que soportaban su perdida cornisa, se alza una espadaña de dos troneras y campanil en el remate apiñonado. En época moderna (siglos XVII-XVIII) se añadieron dos capillas en el tramo oriental de la nave, ambas abovedadas y de mayor profundidad la septentrional, así como una sacristía cuadrada al sur del presbiterio, cubierta por tardogótica bóveda de crucería. El arco triunfal, de medio punto y apoyado en responsiones coronados por imposta con perfil de gola, es fruto de una reforma de época moderna, al igual que la portada abierta en el muro meridional de la nave, de arco de medio punto de grandes dovelas y chambrana biselada, sobre jambas lisas, todo labrado a trinchante. Sólo vestigios restan de las vigas en las que apoyaba el coro alto de madera que ocupaba el fondo de la nave. La sencillez estructural y práctica ausencia de elementos decorativos impiden precisar más allá de la segunda mitad del siglo XII una cronología para estos vestigios, cuya lenta aunque pronta desaparición parece por desgracia irremediable.