Iglesia de Santa Margarida de la Vilella

La iglesia de Santa Margarida de la Vilella se encuentra en un punto elevado en la parte nororiental del municipio de Navès, en la zona más oriental del Solsonès y colindante con el Berguedà, comarca ésta desde donde hay acceder a la iglesia. En el punto kilométrico 134 de la carretera C-26 de Solsona a Berga, hay que tomar el desvío a la izquierda, indicado como el camino de la Vall d’Ora. Siguiendo por esta pista rural, de acusada pendiente en algunos tramos, se llega a una pequeña llanura donde se hallan la casa de la Vilella y, a su izquierda, la iglesia de Santa Margarida rodeada de campos de cultivo.

La ausencia de noticias documentadas sobre este templo, invita a pensar que no obtuvo la categoría de parroquial y que se debió de mantener en un plano muy secundario de la organización eclesiástica y territorial.

La modestia que destila la falta de datos históricos, se corrobora por la sencillez del edificio. Siguiendo una tipología habitual en las arquitecturas rurales, Santa Margarida de la Vilella consta de un ábside semicircular y una sola nave de planta rectangular bastante irregular, pues es más ancha en su lado occidental, ya que el muro sur se desvía de tal forma que no transcurre completamente paralelo al norte. El ábside es liso y en él se abre una ventana de doble derrame y arco de medio punto monolítico, como lo es también uno de los montantes. Los muros laterales son también totalmente lisos. En el meridional se encuentran la puerta, de arco de medio punto compuesto por sillares de dimensiones reducidas, y, en su tramo oriental, una ventana con un irregular arco de medio punto. En la fachada occidental, donde se eleva una pequeña espadaña de un solo ojo, se ubica un vano cruciforme, con su brazo vertical bastante alargado.

El aspecto interior de la iglesia está notablemente condicionado por las reformas de épocas posteriores, en las que se encaló por completo, y, especialmente, por su uso como pajar y almacén. Ciertamente, los elementos que se guardan en el edificio obstaculizan la visión de algunas partes y no son muy dignos de tan venerable edificio. Mientras que la nave se cubre con una bóveda de cañón ligeramente apuntada, el ábside lo hace con bóveda de cuarto de esfera. Éste está enmarcado por un arco presbiterial de mayor anchura que facilita la transición entre los dos espacios anteriores.

El aparejo utilizado es sillarejo de tamaño desigual, trabajado de forma bastante tosca, y dispuesto en hiladas más o menos uniformes.

A pesar de las modificaciones efectuadas, la construcción se realizó mayoritariamente en época románica, dentro de la que podría fecharse tardíamente, ya entrado siglo xii.

Texto y foto: Montserrat Barniol López - Plano: Antoni Martín Monclús

Bibliografía

Catalunya Romànica, 1984-1998, XIII, p. 194; Vidal Sanvicens, M. y Vilaseca López, M., 1979, pp. 169-170.