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Vista exterior de la cabecera de Santa Maria de la Magdalena dels Arquelles

Identificador
25150_02_002
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
41.8030212,1.1396463
Idioma
Autor
Marta Buira Ferré
Juan Antonio Campos
Colaboradores
Sin información
Edificio (Relación)

Santa Magdalena dels Arquells

Localidad
Coscó
Municipio
Oliola
Provincia
Lleida
Comunidad
Cataluña
País
España
Ubicación

Santa Maria de la Magdalena dels Arquelles

Descripción

OLIOLA

Iglesia de Santa Magdalena dels Arquells

La iglesia de Santa Magdalena, que es propiedad particular, se encuentra en lo más alto de un cerro que domina los campos y granjas de los alrededores, en la masía de Arquells, en el pequeño pueblo de Coscó, desde el que se llega por un camino de tierra que arranca tras haber recorrido 1 km por la carretera de Agramunt.

 

La noticia más antigua conocida sobre Santa Magdalena dels Arquells data de 1141, y aparece en el testamento del obispo Pere Berenguer de Urgell, quien poco antes de morir hizo donación de la iglesia de Archels, junto a otras posesiones, a la canónica de Santa Maria de la Seu d’Urgell.

 

El edificio tiene una sola nave cubierta con una bóveda de cañón muy reformada, que aparece reforzada por cuatro arcos fajones de perfil apuntado. Está techada a dos aguas y tiene una pequeña espadaña de un solo ojo. La parte más interesante del edificio es su cabecera, que presenta una original estructura de doble ábside con una disposición poco común en las iglesias de la zona, en la que algún autor ha querido ver alguna conexión, aunque lejana y de muy diferente factura, con el ábside central de la catedral de la Seu d’Urgell, o con templos de nave circular como Sant Pere Gros o Sant Miquel de Lillet. En Santa Magdalena dels Arquells se encadenan dos ábsides de diferente altura y anchura, lo que crea un interesante juego de volúmenes. El principal tiene en su lado sur una pequeña ventana rectangular de doble derrame de factura moderna. El absidiolo, cuyo tamaño es casi la mitad del anterior, tiene planta de herradura y presenta en el centro una abertura rectangular con abocinado invertido. Ambos ábsides  están cubiertos con bóveda de cuarto de esfera. El aparejo utilizado en los muros de la cabecera está dispuesto en hiladas más o menos horizontales y combina el sillarejo con el sillar, el cual prevalece en la parte superior.

 

La parte superior de la fachada occidental tiene un perfil escalonado, resultado de una modificación posterior a la obra original. Como se aprecia en la cara interior de este muro, en el mismo se debía de abrir una ventana de arco de medio punto de la que actualmente se conserva la mitad. El muro norte es liso y presenta un brusco cambio de aparejo. Mientras que en su zona oriental la parte inferior está formada por sillarejo y la superior por sillares, en la mitad oriental predomina el sillar de mayor tamaño, bien escuadrado y dispuesto en hiladas regulares. La puerta se sitúa en el muro sur, y está formada por un sencillo arco de medio punto de grandes dovelas bien labradas. En la parte superior del tramo oriental de este paramento meridional se abre una ventana de doble derrame y arco de medio punto. Por la cara interior del muro, en el tramo occidental, hay otra ventana, cegada, de simple derrame y arco de medio punto. Llama la atención, al igual que en el lienzo norte, el diferente aparejo utilizado en la parte inferior, sillarejo, respecto a la superior, sillares bien escuadrados. Este cambio, más que ser fruto de diferentes fases constructivas, debe de responder, más bien, a la realización de reformas como consecuencia de problemas de estabilidad del edificio. Los mismos obligaron a acometer, ya en época medieval, obras de consolidación y refuerzo de su estructura, en las que se incorporaron unos potentes arcos fajones apuntados, muy próximos entre sí, el más oriental de los cuales ocultó parcialmente la ventana meridional. Todavía se conserva algún arco fajón de medio punto correspondiente a la bóveda primitiva. Es posible que el radical cambio de aparejo visible en el muro norte no responda, como ha considerado algún autor, a una ampliación de la nave, sino a un derrumbe de toda la parte occidental del edificio. Posteriormente, como consecuencia de un nuevo hundimiento, del que son evidentes testimonios una potente grieta vertical en la fachada occidental, la media ventana conservada en el paramento interior, el cambio de aparejo en dicho muro y la discontinuidad de las hiladas de sillares, se tuvo que rehacer la parte suroeste del edificio y reforzar el muro sur con un ancho contrafuerte. En el siglo xviii se habilitó en el interior un tabique a modo de retablo que separaba del resto del templo al absidiolo, el cual pasó a cumplir funciones de sacristía.

 

El edificio permaneció abandonado durante buena parte del siglo xx, por lo que su estado era ruinoso cuando los actuales propietarios compraron la finca y empezaron a reformar la iglesia durante la década de 1980. Poco a poco fueron rehabilitando el templo, principalmente la bóveda caída, el tejado, rehecho por completo con teja árabe, y la sencilla espadaña, que fue reconstruida prácticamente en su totalidad. Prueba de que los problemas de estabilidad no se han resuelto con los siglos es que en fechas recientes se han tenido que habilitar unos tirantes metálicos en su interior. Aunque las diversas intervenciones han conseguido salvar la iglesia, la cual hoy en día presenta un estado aceptable, importantes zonas del muro norte todavía están agrietadas y resquebrajadas. Los muros laterales, sobretodo el del lado sur, aparecen bastante dañados y ligeramente abombados en sus partes altas.

 

En el transcurso de las obras de restauración más recientes se descubrió una especie de cripta semisubterránea a la que se bajaba por tres escalones, la cual decidió taparse con el nuevo pavimento que se estaba colocando en el resto de la nave.

 

Se ha datado la construcción de este templo a finales del siglo xi o comienzos del xii. En esta última centuria, o en la siguiente, puede situarse la ejecución de buena parte de las reformas comentadas.

 

 

 

Texto: Juan Antonio Campos - Fotos: Marta Buira Ferré/Juan Antonio Campos - Planos: Marta Buira Ferré

 

 

Bibliografía

 

Catalunya Romànica, 1984-1998, XVII, pp. 381-382;