LA BARONIA DE RIALB

Iglesia de Sant Serní de Bellfort

Se llega a la iglesia de Sant Serní de Bellfort por la carretera que une Gualter con Artesa de Segre, dónde hay indicado un desvío que lleva directamente a Bellfort, tras recorrer 3 km. Esta población actualmente esta constituida por una serie de masías diseminadas, en un accidentado y boscoso terreno que limita al Norte con el término de Palau y al Sur con el torrente de Torreblanca. La iglesia de dedicada a san Saturnino se encuentra al lado del Mas de l´Hereu, enfrente de una antigua casa señorial fortificada del siglo xv que funcionó como rectoría, y que hoy en día está abandonada.

El topónimo de Bellfort, “Bello fortín”, nos indica que la fundación de la población estuvo relacionada, en un primer momento, con funciones propiamente militares. Aparece mencionado por primera vez en 1164, con motivo de la donación de unas tierras pertenecientes a dicho enclave, que el conde Ermengol VII y su esposa Dolça realizaron a la orden hospitalaria. Más tarde se fundó cerca de Bellfort el priorato hospitalario de Sant Salvador de Isot, que en 1190 ya tenía la categoría de encomienda. Es errónea la información que aparece en algunos folletos respecto a la primera referencia de la iglesia de Sant Serní de Bellfort, en la que se la relaciona con un documento del priorato de Santa Maria de Gualter que se encuentra en el archivo episcopal de Solsona. Una mala traducción del texto, llevó a pensar que una de las donaciones que realizo el conde de Urgell, Ermengol IV, en el año 1079 al monasterio de Santa Maria de Ripoll, era una iglesia de Sant Pere conocida también como Sant Serní. Sin embargo, lo que realmente expone el texto es que se entregaban cuatro masías que pertenecían a Pere, conocido también como Saturnino, y a sus hermanos, situadas en el castillo de Gavasa. Podemos afirmar, que de momento no se tienen noticias documentadas sobre esta iglesia durante los siglos xi y xii. En consecuencia, la primera mención que se hace de la iglesia de Sant Serní, se remonta a 1278, y se trata de un testamento en el que Guillem Toda de Bellfort otorgaba cinco sueldos al templo.

La iglesia de Sant Serní de Bellfort presenta una planta de 13 m de largo por 5,40 m de ancho, que está formada por una sola nave cubierta con bóveda de cañón –cuya parte superior queda oculta por un falso techo añadido con posterioridad–, y por un ábside semicircular. En la actualidad, tan sólo parte de la cabecera puede considerarse románica. Exteriormente, se decora con cinco grandes arcos apoyados en lesenas, en tres de los cuales se abren sendas ventanas de doble derrame que han sido muy modificadas. En el interior del muro sur se observan los restos de una puerta, hoy en día tapiada, que podría haber sido la original.

En el transcurso de la restauración que se llevó a cabo en 1993, se descubrió que los arranques del ábside y del arco absidal habían quedado ocultos debajo del suelo del presbiterio y se reconstruyeron en parte hasta unos 60 cm de altura. También se levantó el suelo presbiterial, que actualmente continúa abierto, y se descubrieron dos tipos de pavimento, uno más reciente a base de losas y yeso, y otro formado por la roca natural, un hecho que también se repite en otras iglesias de Cataluña como en Subirats, Montmell o Marmellà, todas ellas vinculadas primitivamente a cultos paganos. También se descubrieron los pies de dos altares, uno de los cuales, en forma de pilastra y descentrado respecto al ábside, seguramente era anterior al edificio.

Las intervenciones arquitectónicas y arqueológicas, que se han llevado a cabo en la iglesia románica de Bellfort certifican que se construyó encima de otra iglesia anterior. La parte del ábside que se ha conservado del antiguo templo románico es fiel, en buena medida, a los planteamientos y lenguajes arquitectónicos que se desarrollaron en la Baronia de Rialb en el siglo xii.

Lipsanoteca

Cuando se quitó el mortero de cal y piedra del anterior altar en dicha intervención, se encontró un relicario con la lipsanoteca original de madera con tapa corredera. En la misma había varios fragmentos de huesos, seguramente atribuidos a san Saturnino, y tres lienzosde lino. El relicario actualmente se encuentra custodiado en Ponts.

Texto y fotos: Nuria Font Marco - Planos: Marc Santacreu Ortet

Bibliografía

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