Sant Julià de la Clua
Iglesia de Sant Julià de la Clua
Parece ser que la iglesia dedicada a san Julián formaba parte de la dotación inicial de Santa María de Meià, anterior a 1040. Años más tarde, en 1095, Ermengol, hijo de Guitard Guillem de Meià, realizó la donación al monasterio de varias iglesias, entre las que figuraba la de La Clua, con lo que la iglesia pasó a depender de esta institución monástica con todos sus derechos, vinculación que se mantuvo hasta la desamortización de Mendizábal.
La iglesia de Sant Julià, emplazada en medio del poblado de La Clua, destaca del resto de las viviendas que la rodean tanto por su estructura como por sus dimensiones. La fábrica conserva vestigios de la primera edificación del siglo xi o comienzos del xii, como parte de los muros sur, oeste y norte, en los cuales el aparejo aparece formado por sillares rectangulares de un tamaño similar, dispuestos en hileras regulares. Originariamente, se trataría de una edificación de planta única y cabecera formada por un ábside semicircular, del que nada se ha conservado. Posteriormente fue sometida a diversos procesos de reforma hasta alcanzar el aspecto que presenta en la actualidad. El templo ya no desempeña sus funciones propiamente eclesiásticas, y se ha convertido en un centro social y de reunión para los habitantes de la aldea.
Texto y fotos: Helena Soler Castán
Bibliografía
Catalunya Romànica, 1984-1998, XVII, p. 179.