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Ventana del ábside

Identificador
16211_02_008n
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
40º 3' 14.26'' , -2º 30' 33.83''
Idioma
Autor
Virginia Cañas Córdoba
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de Santiago Apóstol

Localidad
Naharros
Municipio
Torrejoncillo del Rey
Provincia
Cuenca
Comunidad
Castilla-La Mancha
País
España
Descripción
SOBRE LA CORNISA del extremo norte del poblamiento, aislada y rodeada de espacios abiertos, salvo por el muro de poniente, encontramos la iglesia parroquial de Santiago, uno de los templos románicos mejor conservados y más elegantes de todo el territorio conquense. Construido a base de mampostería, se trata de un templo de nave única con ábside semicircular y presbiterio recto, con resaltes en las esquinas. La espadaña se sitúa en el muro oeste, a los pies de la iglesia. Todo un conjunto de características que nos permite datar su construcción hacia el año 1200. En cuanto a su estado de conservación, podemos decir que apenas ha sufrido alteraciones en su línea exterior a lo largo del tiempo, aunque en los últimos años ha sido objeto de una restauración integral de todo el edificio. Pero, si bien es cierto que este pequeño templo conserva buena parte de sus elementos originales, también lo es que se han añadido otros en épocas posteriores. Tal es el caso del cuerpo prismático levantado sobre el presbiterio para ocultar una media naranja. Ahora bien, la reforma llevada a cabo en el siglo XVIII se hizo con materiales idénticos a los que habían usado en su tiempo los canteros medievales, lo cual hizo que quedara perfectamente integrada con el resto del edificio. Destacan en esta iglesia las marcas de cantero que aparecen reiteradamente en muchos de sus sillares. Se pueden observar tres marcas diferentes, lo que viene a demostrar que pudieron intervenir tres cuadrillas distintas, aunque la unidad de la obra parece obedecer a un plan completo dado por algún maestro que debió de trabajar en tierras burgalesas, si tenemos en cuenta la ventana que se conserva junto al ábside. El edificio presenta, a excepción del cimborrio, una cubierta a dos aguas con teja de cerámica curva sobre una estructura de madera y una cornisa de piedra sobre canecillos, reconstruidos en su mayor parte, si no en su totalidad. El ábside es el típico semicircular románico; se corona por la cornisa y los canecillos originales románicos, y en el centro del tambor se abre una ventana aspillerada de sillar. En estos sillares aparecen algunas marcas de cantero. En el tramo anterior al ábside hay una ventana con dos columnas rematadas con capiteles decorados con hojas planas. La portada de ingreso al templo queda abierta en el muro más meridional. Se trata de una sencilla portada resuelta con un cuerpo resaltado de sillar rematado en tejaroz con cornisa de piedra con canecillos, iguales todos ellos a los del resto de la iglesia (algunos originales y otros rehechos de hormigón). La estructura consta de tres arcos en derrame, tres arquivoltas lisas adoveladas que apoyan en jambas igualmente lisas de sillería y de arista viva a través de una delgada cornisa. En el muro más meridional del presbiterio se abre una ventana. De amplias dimensiones, queda resuelta con arco de medio punto adovelado que apoya en cornisa sin decoración y que da paso a gruesas columnas, algo achatadas, rematadas con capiteles decorados con hojas estilizadas y planas. Las basas están formadas por collarino, escocia y amplio toro. En el muro del testero se puede apreciar el zócalo original sobre el que se levantaba la primitiva espadaña. El resto de este cuerpo está hoy totalmente reconstruido y en él podemos encontrar una ventana de características similares a la situada en el muro del presbiterio. Llama la atención en esta zona del edifico, en su parte superior, la espadaña. Reconstruida recientemente y levantada a base de sillares, es el elemento menos agraciado de la iglesia. Ya en el interior encontramos un edificio de una sola nave, dividida en tres cuerpos por arcos fajones y formeros apoyados en pilastras, cubierta por bóveda de arista. La cabecera, por su parte, está cubierta por una bóveda de cuarto de esfera. El presbiterio se cubre con una cúpula con decoración a base de motivos geométricos, animales, caras humanas y huesos sobre pechinas decoradas con medallones. A los pies encontramos el coro, bajo el que hay un pequeño baptisterio. En el interior de esta pequeña iglesia se conserva una pila bautismal de una estructura muy sencilla, una variante muy alejada en cuanto a datación de otros ejemplares románicos. Labrada en piedra, consta de vaso y pedestal. Este último se muestra en forma de columna sin ningún tipo de decoración, al igual que sucede con el vaso propiamente dicho; tan sólo presenta unas gruesas molduras que delimitan la cenefa lisa. Con unas dimensiones bastante considerables –112 cm de altura y con un vaso de 98 cm de diámetro exterior y 75 de diámetro interior–, posee una notable profundidad, 26 cm concretamente.
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