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Vista del hastial occidental

Identificador
40312_02_004
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
41º 13' 17.28" , -3º 39' 9.44"
Idioma
Autor
Carlos Álvarez Marcos
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Ermita de San Cristóbal del Enebral

Localidad
Duruelo
Municipio
Duruelo
Provincia
Segovia
Comunidad
Castilla y León
País
España
Descripción
AUNQUE ANTIGUAMENTE el pequeño poblado de Los Cortos estaba incluido dentro del término municipal de Santa Marta del Cerro en la actualidad se le considera más como un barrio de Duruelo, del cual apenas le separan unos pocos cientos de metros. Perdida en medio de un espeso bosque de enebros no es fácil el acceso hasta esta ermita: partiendo desde Los Cortos tomamos un camino de tierra que debemos seguir durante unos 2 km dejando atrás naves ganaderas. Cuando llegamos a un pequeño claro en el que el camino se ensancha un poco es preferible abandonar el vehículo y continuar a pie ya que la vía se encuentra en mal estado. Seguimos ascendiendo por la ladera del monte durante otro kilómetro desviándonos luego a la derecha abandonando la pista principal y continuando por una senda que, sorteando enebros, nos acerca hasta las ruinas de la ermita. Se enclava en la margen derecha del río Caslilla, en la ladera este de un pequeño cerro, justo enfrente de una moderna urbanización llamada también Los Cortos. Ya a mediados del siglo XIII, tenemos noticias de este asentamiento que rentaba al canónigo Petrus Gundisalvi once maravedís menos tres sueldos. Muy probablemente la ermita sería en origen la iglesia parroquial de un antiguo poblado que se situaría en torno a ella. De cualquier forma y debido a lo escabroso del terreno es comprensible que el lugar se abandonara y que el edificio estuviese abocado a la ruina. En la visita pastoral de mediados del siglo XV se dice de este lugar y de esta iglesia “diose la carta contra el dicho Ferrand Sánches cura de Duruelo que es anexa para que labre las vinnas que tiene perdidas e faga la casa que es bien para un omme que more ende e alumbre la eglesia”, un claro intento de recuperar este edificio que para entonces ya debía estar en muy mal estado. Construida con calicanto, la ermita presenta una planta de una nave y cabecera semicircular probablemente ya que tan sólo se conserva en pie el muro occidental, parte del muro meridional y un pequeño trozo de paramento en el muro norte. El resto ha desaparecido, encontrándose la mayor parte del material pétreo esparcido por los alrededores de la construcción. En el hastial occidental todavía se pueden ver los restos de un vano con forma de arco de medio punto, mientras que también es visible la técnica constructiva, levantándose la fábrica mediante andamiadas superpuestas de las cuales quedan restos en forma de mechinales en los muros sur y oeste. A pocos metros de estas ruinas excavadas en la roca caliza encontramos los restos de once tumbas antropomorfas fechables en el siglo X cuando este modelo de enterramiento parece ser que tiene un mayor grado de utilización. Tanto el estado ruinoso de los muros de la ermita como el lugar apartado e inaccesible en el que se encuentra auguran un pésimo futuro para estas ruinas estando cada vez más cercana su total desaparición.