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Arco cegado en la cubierta de la iglesia

Identificador
40464_01_008
Tipo
Fecha
Cobertura
41º 2' 44.79" , -4º 37' 38.71"
Idioma
Autor
Ignacio Hernández García de la Barrera
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de San Bartolomé

Localidad
Montuenga
Municipio
Codorniz
Provincia
Segovia
Comunidad
Castilla y León
País
España
Descripción
LA IGLESIA SE ENCUENTRA en una elevación del terreno situada en el extremo oriental de la localidad. Su entorno está cuidado y cuenta con la presencia del cementerio adosado al muro meridional. La circunstancia de encontrarse aislado, hace que destaque todavía más la imponente cabecera de este templo; se trata de un único ábside ultrasemicircular, formado por un alto basamento de mampostería que remata en un friso de esquinillas. Este da paso a una teoría de arquerías de medio punto de sencilla disposición. Abarcando todo el tambor se disponen, a la vista, una serie de doce arcos de medio punto. Siguiendo un orden de norte a sur, nos encontramos con seis esbeltos arcos doblados de medio punto, otro sencillo, más estrecho y en el centro, con la presencia del único vano presente en el conjunto original, hoy cegado. A continuación se repite el tipo de arco doblado, en un grupo de cuatro. La presencia de otros dos arcos iguales, ocultos en el interior de la sacristía, sin duda posterior, lleva a pensar en una organización plenamente simétrica de este elemento, que se remata en la parte superior por una cornisa de series de frisos de ladrillos en esquinilla. Posteriormente se añadió un campanario, con aparentes similitudes a algunos ejemplos de la zona de Sahagún, construido a partir de cajones de mampostería entre verdugadas de ladrillo y refuerzo de este mismo material en las esquinas. Su cuerpo de campanas resulta moderno. Del mismo material que el campanario y en similar disposición, son los muros de caja de este templo; mampostería y verdugadas de ladrillo, con un ornamental friso de ladrillos en sardinel corriendo a modo de cornisa todo el muro. Tanto en el muro meridional como en el septentrional, aparecen unas portadas en ladrillo de casi idéntico aspecto; la meridional, en la actualidad cegada, se abre al cementerio y se compone de un triple arco apuntado, enmarcado por alfiz rectangular, rematando este en su parte superior un par de frisos de ladrillo a sardinel dispuestos entre cadenas del mismo material; Del Moral propone la existencia en este costado de un pórtico, que no llegó a ver, pero del que describe sus huellas. Muy similar se presenta la del lado opuesto, cuyo conjunto hoy está oculto por un añadido barroco. Se trata de un doble arco apuntado y alfiz, todo ello en ladrillo. A pesar de lo complicada que resulta su visión parece contar con idéntico remate en la parte superior del alfiz. En el interior se encuentra una iglesia de nave única, sencilla y de aseado aspecto, que a partir de un arco toral de transformada y complicada apariencia barroca (para hacerse una idea de su aspecto original quizá sea más conveniente abstraerlo desde la forma que aún conserva el que acoge el retablo mayor), da paso a una cabecera que ha llamado la atención de cuantos estudiosos se han acercado hasta ella. Se trata de un espacio prácticamente cuadrado que se abre en tres de sus lados en pequeños ábsides semicirculares a modo de exedras. Se origina así una originalísima cabecera triconque, que, como ya se ha visto, nada manifiesta al exterior. Estos espacios absidales se cubren con bóvedas de horno mientras que el central lo hace con una cúpula de media naranja sobre pechinas. Una vez descrita esta cabecera en su pequeña monografía sobre este templo, Del Moral destaca dos aspectos que le causan extrañeza; de una parte el encuentro entre la cabecera y la nave, “el grueso de muros en su unión con el ábside, es mínimo, cosa que no deja de chocar (...)”. De otra, la torre y concretamente sus apeos, ya que “se alza sobre el crucero. Sus muros se elevan sobre los cuatro arcos del seudo crucero”, cuestiones ambas que incidirían en la importancia que cobró este elemento en el conjunto del templo. Las relaciones que se pueden establecer son múltiples, pero, por lo cercano, hay que referirse a La Lugareja, Fuentes de Año y Blasconuño de Matacabras, en lo que se refiere a la cúpula y a Barromán, por lo singular de su organización triabsidal, desmentida en el exterior, localidades estas que pertenecen a la diócesis de Ávila, la misma a la que históricamente pertenecía Montuenga. Del Moral considera que su construcción debe ubicarse en el primer cuarto del siglo XIII, aspecto que, a falta de constancia documental, se valora como válido.