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Sección longitudinal

Identificador
34410_01_005
Tipo
Fecha
Cobertura
42º 6' 54.94'' , -4º 29' 37.73''
Idioma
Autor
María del Henar Gómez Moreno
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de El Salvador

Localidad
Monzón de Campos
Municipio
Monzón de Campos
Provincia
Palencia
Comunidad
Castilla y León
País
España
Descripción
LA IGLESIA DE EL SALVADOR está edificada en su totalidad con piedra caliza cortada en sillares regulares. Tiene planta de cruz latina con una sola nave, testero plano de capilla única y transepto sobresaliente. Hay una desproporción evidente entre el cuerpo de nave y la cabecera, que se explica por la existencia de dos fases constructivas claramente diferenciadas. La nave, de un estilo románico tardío, ya mezclado con recursos del gótico, es obra del siglo XII. En el siglo XV, el ábside del primitivo templo debió ser derruido para construir en su solar la cabecera actual y un crucero de mayores dimensiones. La explicación a tales desajustes en las proporciones está en la paralización que sufrieron las obras en el siglo XVI que, de haberse continuado, hubieran prolongado el templo hacia los pies con tres naves. De estas intenciones son prueba los tres grandes arcos apuntados aún visibles (aunque cegados) en los tramos laterales y central de la fachada oeste del transepto. La nave va cubierta por bóveda de cañón con lunetos construida en piedra y revocada de yeserías. Cuatro perpiaños apuntados de amplia luz y buen trazado la refuerzan y marcan la división de la nave en cinco tramos de desigual tamaño, pro g resivamente más grandes hacia los pies. Vo ltean sobre semicolumnas adosadas a pilastras rectangulares, con las que comparten un plinto cruciforme. Las semicolumnas tienen basa moldurada, fuste de varias piezas y capitel troncocónico, a veces liso y en otras ocasiones decorado a base de dos grandes hojas cóncavas, con bola en su centro, separadas por un esquemático tallo bulboso. La capilla mayor y el tramo central del crucero se cubren con bóvedas estrelladas de combados y múltiples claves decoradas con escudos de los Rojas y los Enríquez. Los brazos del transepto presentan bóvedas de crucería sexpartita. Al exterior, todo el perímetro de la nave está reforzado por un zócalo pétreo de un metro de altura y en la fachada sur, tres contrafuertes alivian al muro del empuje de los fajones más orientales. Sobre el hastial occidental se eleva una esbelta espadaña de tres cuerpos, con arcos de medio punto, rematada por una torrecilla cuadrada con vanos en todos sus frentes. Las portadas se abren en los muros sur y norte del primer tramo de la nave. La meridional es un sencillo arco de medio punto sin decoración, en la actualidad tapiado, mientras que la septentrional, protegida por un pórtico del siglo XVII y precedida de un atrio delimitado por un murete, es la de uso habitual. Esta portada ofrece un programa decorativo más abundante. Está compuesta por un arco de ingreso y tres arquivoltas apuntadas protegidas por un doble guardapolvo. La primera y tercera están decoradas con un grueso bocel, mientras que la segunda lo hace con un motivo vegetal que se repite seriadamente en cada dovela. La cuarta arquivolta presenta a la derecha hojas nervadas terminadas en bolas y a la izquierda cintas perladas entrelazadas de perfil abiselado. El guardapolvo, más estrecho, tiene decoración de puntas de diamante. Las arquivoltas apoyan sobre tres columnas acodilladas a cada lado, asentadas sobre alto zócalo. Tienen basa moldurada convexa -doble en la central-, un fuste muy corto y capitel decorado con cinco hojas replegadas en sí mismas y rematadas por frutos esféricos y piñas. Sobre el guardapolvo se conserva un fragmento del primitivo tejaroz, con decoración geométrica incisa en el frente de su cornisa y varios canecillos decorados con motivos vegetales de entrelazo perlado. El alero está sostenido por una serie de canecillos lisos, salvo uno que lleva esculpida una cara de ojos saltones y nariz prominente. Hay también un capitel con acantos sencillos en una ventana geminada datable en el siglo XIII. Las notorias diferencias estilísticas existentes entre los capiteles interiores y la portada, hacen pensar en la participación de, al menos, dos talleres escultóricos diferentes. Los capiteles presentan hojas de simplísima concepción, toscamente tallados, resultantes de un somero desbastamiento del bloque troncocónico. En la portada, por el contrario, se advierte un conjunto más elaborado, con formas esquemáticas tendentes a la geometrización que, a pesar de su planitud, tienen un cierto volumen, conseguido por el tratamiento de sus facetas con trépano, incisiones y a bisel. Algunos motivos evocan, por su similitud temática y técnica, la decoración de palmetas vista en las arquivoltas de la portada meridional de la parroquial de Amusco y de la ermita de San Pedro de Fuentes de Valdepero.