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Vista general desde el sureste de Santa Maria de Fulleda

Identificador
25097_01_001
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
41.4637347,1.0220435
Idioma
Autor
Meritxell Niña Jové
Colaboradores
Sin información
Edificio (Relación)

Santa Maria de Fulleda

Localidad
Fulleda
Municipio
Fulleda
Provincia
Lleida
Comunidad
Cataluña
País
España
Ubicación

Santa Maria de Fulleda

Descripción

FULLEDA

El término municipal de Fulleda se localiza en el extremo este de la comarca de Les Garrigues, en el límite con la Conca de Barberà, en una planicie como continuación del altiplano de La Segarra. Comprende la cabecera de algunos valles (Els Cortals, La Granada y Matallonga) que confluyen, en el término de L’Espluga Calba, en el barranco de El Turull. Fulleda es el único núcleo de población agrupada del municipio y se llega a él por la carretera LV-2012, en la que, en el kilómetro 51 se ha de tomar un desvío hacia Tarrés y Fulleda.

 

Fulleda fue otorgado por el conde barcelonés Ramon Berenguer IV a Ramon de Boixadors en 1149, como parte del lugar de Tarrés. Parece, pues, que Fulleda fue en sus inicios una cuadra de aquél término más extenso, aunque más adelante tuvo su propio castillo. El mencionado Ramon de Boixadors se hizo monje de Poblet en 1182, y donó al monasterio algunos de sus bienes en Folgeda. Los términos de Fulleda y Tarrés pasaron en 1237 de los sucesores de Ramon de Boixadors al monasterio femenino de Bonrepòs. A partir de la década de 1250 empezó el dominio territorial del monasterio de Poblet sobre Fulleda, al que fue accediendo mediante compras, permutas y donaciones. Agustí Altisent sitúa la definitiva adquisición del lugar y castillo de Fulleda por parte de Poblet en tiempos del abad Pere Alferic (1302-1311).

Iglesia de Santa Maria de Fulleda

De la iglesia den Santa Maria de Fulleda, que se sitúa en la Plaça Vella de dicha localidad, no se conocen referencias de época medieval. Uno de los pocos datos que se pueden apuntar hace referencia a que fue sufragánea de la parroquia de L’Espluga Calba y que, junto con ésta, a finales del siglo xv, era un privilegio del arzobispo de Tarragona.

 

El edificio de Santa Maria de Fulleda fue muy transformado en época moderna, por lo que resulta complicado definir el aspecto que debió de tener en sus orígenes medievales. En cuanto a lo que ha pervivido de la iglesia primitiva, queda poco más que la estructura de la nave, que está cubierta con una bóveda apuntada que arranca de una imposta moldurada. La mayor alteración de que fue objeto el templo se produjo en el siglo xviii, cuando se cambió su orientación, y se construyó una nueva cabecera en el sector occidental, mientras que en la parte del antiguo presbiterio se alzó la fachada de factura barroca que existe actualmente. Sobre la puerta de ingreso figura la fecha de 1739, año en que debió de efectuarse el grueso de las modificaciones. Entonces también se debió de redecorar el interior del templo románico, recubriéndolo con una capa de yeso que fue retirada en la década de 1960.

 

El cuerpo central del edificio, correspondiente, como hemos dicho, a la que fue la fábrica original, también está muy transformado, pues a lo largo de los siglos se han abierto cuatro capillas en cada de sus laterales. Las noticias documentales nos informan de que algunas de ellas son ya anteriores a la gran reforma barroca. Así, el testamento de Andreu Biscarri, de 1643, expresa que éste dejó un legado monetario a la iglesia de Fulleda que se tendría que repartir entre las capillas de “la Sagrastia, del Roser, de Jesús y del Sant Crist”. Hay que añadir a estos datos que en la capilla de san Esteban se observa la fecha, perdida en parte, de 16(...), lo que indica que en el siglo xvii la iglesia ya tendría como mínimo cinco capillas laterales en uso.

 

Pese a las transformaciones sufridas, Santa Maria de Fulleda conserva, en el lado norte, la puerta original, que hoy se presenta tapiada y sólo de modo parcial. Fue redescubierta a principios de la década de 1990, durante la última fase de restauración a que se ha sometido el templo. Este acceso estaba constituido por un arco de medio punto enfatizado con una arquivolta moldurada que apeaba en dos columnas. En la parte conservada (la mitad este) todavía subsiste la columna original, con su correspondiente capitel. Esta pieza presenta una decoración muy desgastada, pero que permite adivinar que se trata de una típica disposición con las caras lisas y con frutos de arum o piñas que cuelgan de los ángulos de la cesta. Este diseño evoca a un tipo decorativo presente en algunas de las grandes fábricas cistercienses, en cuyo radio de influencia se debe situar, sin duda, la edificación primitiva de Fulleda. El que posiblemente sería el referente más próximo se puede encontrar en el ala sur del claustro de Vallbona de les Monges, aunque el tema vegetal que hemos descrito también tiene sus ecos en el ala sur del claustro de la catedral de Tarragona o en la cabecera de la Seu Vella de Lleida.

 

De la iglesia primitiva de Fulleda han pervivido otras aberturas a modo de ventanas. En la misma fachada norte se halla la primera de ellas, de doble derrame y rematada con un arco monolítico, mientras que en la fachada sur se abren otras dos, a diferente nivel, de características análogas a la anterior. Los paramentos exteriores del edificio son lisos y presentan un aparejo de sillares labrados, con numerosas marcas de picapedrero. Tienen las fachadas norte y sur un alero apeado por ménsulas lisas.

 

Sobria y sin decoración escultórica, Santa Maria de Fulleda es una iglesia notablemente influida por las formas de la arquitectura cisterciense. Sus aspectos formales revelan una datación tardía, bien posiblemente de finales del siglo xiii o ya de principios del siglo xiv. Su fábrica se situaría en un mismo ambiente constructivo que otros templos cercanos, como por ejemplo el de Santa Maria del Vilosell y el de Sant Joan de Vinaixa, los cuales presentan unas tipologías y unas dataciones cercanas a la que acabamos de apuntar.

 

Texto y fotos: Meritxell Niña Jové - Planos: Nòelia Albanana Arjo

 

Bibliografía

 

Altisent i Altisent, A., 1993, pp. 72-73; Catalunya Romànica, 1984-1998, XXIV, p. 265; Cartulari de Poblet, 1938, p. 83; Continente Cuevas, J. A. et alii, 1993, pp. 39-41 y 79-88; Fort i Cogul, E., 1967, p. 128; Font i Rius, J. M., 1969-1983, 1, p. 115 y 493; Tosas i Jordà, T. et alii, 1999, p. 72.