Sant Quirze de Ca l'Esteve
Iglesia de Sant Quirze de Ca l’Esteve
Al Norte de Navès se encuentra la masía de Ca l’Esteve y, muy cerca de ella, la iglesia de Sant Quirze. La mejor forma de abordar el acceso al lugar es desde la pista forestal de la Vall d’Ora, que arranca desde la carretera C-26, de Solsona a Berga, y en la que hay que tomar el desvío a la izquierda que lleva a Can Feliu y a la iglesia de la Mare de Déu d’Ossea. Continuando por la pista se llega a Ca l’Esteve. La iglesia se encuentra en un pequeño promontorio a la derecha del camino.
Las noticias relativas a Sant Quirze son tardías y escasas. La iglesia aparece mencionada en una consueta de 1369, donde consta, igualmente, que el párroco de Besora oficiaba misa en el lugar el día de san Quirico. Esta parquedad documental sobre la iglesia invita a pensar que nunca ostentó la categoría de parroquial, y que debió de mantenerse siempre como sufragánea de Sant Sadurní de Besora.
Presenta una planimetría muy habitual entre las modestas construcciones rurales. Consta de una sola nave y un liso ábside semicircular, en el que se abren dos ventanas, una en el centro, de doble derrame, y la otra hacia el Sur, de menores dimensiones. Ambas se coronan con un arco de medio punto monolítico. El edificio cuenta con una tercera ventana, ésta cruciforme, en la fachada occidental. El acceso se encuentra en el muro meridional y, aunque la puerta es, sin duda, obra posterior, es altamente probable que la entrada primigenia se ubicase ya en este punto. En el muro oeste se eleva un campanario de espadaña que tampoco parece responder a la construcción original.
En el interior, la nave se cubre por una bóveda de cañón y el ábside por una de cuarto de esfera, la cual, al igual que el arco presbiterial que enlaza ambos espacios, arranca desde una imposta biselada. El nivel del suelo del presbiterio es ligeramente más elevado que el de la nave y, en el fondo del ábside, su altura es todavía mayor.
El aparejo utilizado es bastante regular, y está compuesto por sillares bien trabajados dispuestos en hiladas que son más uniformes en el ábside que en los muros laterales. El paramento absidal se apoya en una especie de zócalo realizado con piedras bastante irregulares. Corona este lienzo una moldura biselada que soporta la cornisa. La conservación del templo parece a fecha de hoy asegurada gracias a los trabajos de consolidación y adecuación llevados a cabo por sus propietarios.
Por las características descritas, parece adecuado mantener la cronología ya propuesta por la historiografía, que sitúa la edificación de la iglesia de Sant Quirze ya avanzado el siglo xii.
Texto y fotos: Montserrat Barniol López - Planos: Antoni Martín Monclús
Bibliografía
Bach i Riu, A., 1988, p. 21; Catalunya Romànica, 1984-1998, XIII, pp. 171-172; Vidal Sanvicens, M. y Vilaseca López, M., 1979, pp. 154-155.