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Vista general de Sant Pere de Alfés

Identificador
25014_01_001
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
41.522753 , 0.620581
Autor
Meritxell Niña Jové
Colaboradores
Sin información
Edificio (Relación)

Sant Pere de Alfés

Localidad
Alfés
Municipio
Alfés
Provincia
Lleida
Comunidad
Cataluña
País
España
Ubicación

Sant Pere de Alfés

Descripción

ALFÉS

El término municipal de Alfés se extiende en el sector sureste de la comarca de El Segrià. Su territorio es accidentado por la presencia de varias elevaciones, como el Tossal Gros o los que se elevan a ambos lados del río de Set, que atraviesa el territorio por la parte central. Para llegar a Alfés desde Lleida hay que tomar la carretera C-12 y, en el kilómetro 131, seguir por la L-700 hasta llegar a esta localidad. Alfés se sitúa en lo alto de un cerro que domina la margen izquierda del río. A su casco antiguo, antes fortaleza, se le conoce todavía como La Vileta, pues mantiene la configuración de villa amurallada. Éste es el único núcleo de población del municipio, que comprende, entre otros, el antiguo término despoblado de Vinfaro. Se considera que el origen de la población es musulmana, como lo denota su nombre y el abundante material cerámico correspondiente a esta fase histórica encontrado en el entorno.

 

En cuanto a las noticias históricas relativas al lugar, Josep Lladonosa identificó Alfés con el castillo de Afesta, que figura, entre otras fortalezas sarracenas, en el conocido convenio que en 1120 pactaron el valí Avifelel y el conde de Barcelona Ramon Berenguer III. Sin embargo, las noticias de la existencia del lugar como establecimiento de población son posteriores a la conquista condal, puesto que no es hasta 1197 que aparece Alfés en un documento como límite de Vinfaro. Inicialmente este lugar fue parte del señorío del capítulo de la catedral de Lleida, de modo que la colonización cristiana se efectuó a través de cartas de puebla emitidas por canónigos leridanos, que cedieron sus derechos dominicales a señores laicos. Así, en 1251, era señor del lugar Arnau de Sanaüja, de Les Borges Blanques. El señorío continuó en esta familia hasta la muerte de Pere de Sanaüja (1342), último señor de Les Borges.

Iglesia de Sant Pere de Alfés

La iglesia de Sant Pere se emplaza en la parte alta de Alfés. La mención más antigua de la iglesia es tardía, pues no aparece hasta la visita pastoral del 1361, dónde consta que el entonces titular de la iglesia era santa María. No se conoce en qué momento se cambió esta dedicación por la actual a san Pedro.

 

Sant Pere de Alfés es un edificio formado por una sola nave, cubierta con una bóveda de cañón apuntada que arranca de una imposta en bocel, y un ábside semicircular de la misma anchura. Ambos cuerpos se unen interiormente mediante un arco que se apea sobre ménsulas triangulares. Actualmente el templo está recubierto en su interior por una capa blanca de yeso. En el exterior se aprecia que su aparejo es muy uniforme, de sillares bien labrados, en los que aparecen múltiples marcas de picapedrero. Los lienzos son lisos y tan sólo ese encuentra decoración en el alero absidal, moldurado y apeado en un registro de canecillos, cinco de los cuales lucen ornamentación escultórica, a la que nos referiremos más adelante. Como aspecto particular, cabe destacar que el ábside se alza sobre un basamento constituido por dos hiladas de sillares. En cuanto a las ventanas pertenecientes a la construcción primitiva, hay una abertura de doble derrame y doble arco de medio punto y alfeizar inclinado en el centro del ábside. En el muro opuesto se abren dos óculos, de los que posiblemente sea original el inferior, puesto que se sitúa en una posición un tanto forzada respecto a la plataforma que conforma el suelo del coro, de construcción posterior.

 

Desde el siglo xv hasta principios del siglo xx la parroquial de Sant Pere ha experimentado continuas ampliaciones y reformas, entre las que destacan la adición de dos capillas a cada lado, que han alterado por completo la apariencia original del edificio. El proceso de ampliaciones empezó con el alzamiento, en 1492 (fecha que figura en una inscripción), de una capilla gótica en el lado norte, dedicada antiguamente al Sagrado Corazón, a la que se accede por un arco apuntado. Prosiguieron las ampliaciones por la capilla de Sant Josep, en el mismo lado norte, cuyo aspecto interior es también gótico, aunque el arco que le da acceso es de medio punto y tiene más bien un aire renacentista. En el lado sur, se conservan, muy mutiladas, las estructuras de otras dos capillas de renacentistas, aunque fueron muy transformadas en el siglo xix. Tanto en el muro meridional como en el lado occidental, y formando parte de una estructura con un paramento muy irregular, se encuentran fragmentos de sillares esculpidos con inscripciones de gusto clasicista, que sin duda fueron reaprovechados. Durante el siglo xix el templo llegaría a las dimensiones actuales, con la sacristía, en el Noroeste, y la extensión occidental para dar cabida al coro. Esta reforma se remató con la construcción de una torre campanario en cuya parte baja se abrió una puerta de inspiración románica. Según nos indica la inscripción que hay en lo alto de este cuerpo, su construcción fue finalizada a principios del siglo xx.

 

Pero volvamos a los canecillos del ábside, puesto que como hemos dicho conservan motivos decorativos. En ellos aparecen una tortuga, dos construcciones, una flor de ocho pétalos y otra en forma de rosa con pétalos superpuestos. De estos motivos, los que resultan más sugestivos son indudablemente los que presentan arquitecturas. El edificio de uno de estos canecillos presenta tres torres con merlones, mayor la central, y otras dos en los lados de menores dimensiones. Estas torres tienen ventanas en arco de medio punto, así como una gran puerta. La edificación está construida con un simulado aparejo regular de grandes sillares, recurso que estaría en sintonía con el notable empeño descriptivo que se advierte en este diseño. No hay duda de que representa un castillo. La representación de fortificaciones no es inusual en la iconografía románica. Por ejemplo, existe un castillo trazado en los revocos interiores del castillo de Castellfollit de Riubregós, en el que, como en el de Alfés, los muros y torres presentan una cuadrícula que simula los sillares. Mucho más sencillo, en el muro exterior del ábside de Santes Creus, también hay inciso un castillo, con tres torres con almenas y una gran puerta de arco de medio punto. El otro edificio que aparece en los canecillos exhibe una gran estructura central cubierta con una techumbre triangular a dos aguas con tres elementos circulares en los vértices; tiene además dos torreones laterales que sobresalen por detrás de un parapeto almenado. Esta edificación difiere del prototipo de castillo y bien pudiere tratarse de otro tipo de construcción, como por ejemplo una iglesia. La representación iconográfica más parecida a esta está en un canecillo de la cercana iglesia de Sunyer, que indudablemente sigue el mismo patrón que Alfés. Teniendo en cuenta la simplicidad de las representaciones, tanto las de Alfés como la de Sunyer, no se puede tomar como hecho que reproduzcan edificios reales del momento, sino que más bien se trataría de modelos iconográficos que siguen tipologías como las que se hallan en tantas otras representaciones.

 

Esta iglesia puede incluirse entre un conjunto de templos edificados en el territorio del entorno de la ciudad de Lleida hacia finales del siglo xiii o ya a principios del xiv.

 

Texto y fotos: Meritxell Niña Jové

 

Bibliografía

 

Castells catalans, Els, 1967-1979, VI, pp. 898-899; Catalunya Romànica, 1984-1998, XXIV, p. 112; Fité i Llevot, F. et alii, 1992-1993, pp. 12-13; Lladonosa i Pujol, J., 1972-1974, I, p. 110; Puig Sanchis, I., 2003, p. 164.