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Vista general de Sant Bartomeu de Colvidases

Identificador
17212_19_006
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42.123633,2.3587095
Idioma
Autor
Meritxell Niña Jové
Colaboradores
Sin información
Edificio (Relación)

Sant Bartomeu de Covildases

Localidad
Vidrà
Municipio
Vidrà
Provincia
Girona
Comunidad
Cataluña
País
España
Ubicación

Sant Bartomeu de Covildases

Descripción

Iglesia de Sant Bartomeu de Covildases

 

La antigua iglesia parroquial de Sant Bartomeu de Covildases se encuentra en el extremo sureste del término municipal de Vidrà, en la vertiente meridional del Puig Cubell (1488 m). Se accede al edificio por la pista que conduce de Vidrà a Ciuret, que debe ser abandonada al cabo de unos 800 m de recorrido para tomar un camino rural que nace a la derecha, bajo la indicación señalizada de la iglesia. Desde este punto quedan por recorrer 8,3 km, durante los cuales se bordea el pico de la Fenallola y se pasa junto a Casadamunt y la Vila Vella.

 

Covildases se encontraba en el castrum de Milany (Melanno), perteneciente inicialmente al condado de Osona y más tarde vinculado al condado de Besalú, cuyo término se extendía por las dos vertientes de la sierra de Milany. La primera mención conocida del lugar de Covildases aparece en el acta de consagración de la iglesia de Sant Hilari de Vidrà (960), donde consta que el templo recibió como dotación, entre otras posesiones, las decimas et primicias et oblaciones fidelium […] cum terminis et aiacenciis et villa Cuil de Asinos, cum terminis et aiacensiis. Más tarde reaparece bajo la denominación de s. Bartolomeo de Chuildasens en una conocida lista de parroquias del obispado de Vic, redactada entre los años 1025 y 1050.

 

Pese a estar sujeta a la jurisdicción de los señores del castillo de Milany, la iglesia tenía como señor alodial el monasterio de Sant Joan de les Abadesses, que fue aumentando progresivamente sus posesiones en este lugar. Así, en un documento de 1232 consta que el abad de Sant Joan de les Abadesses compró a Arnau Aiguanegra, caballero de Sant Joan les Fonts, los censos que este recibía de Sant Bartomeu de Cuydasens, entre otros lugares. Más adelante, el 2 de diciembre 1233, los vizcondes Ramona y Guillem de Castellnou vendieron al abad de Sant Joan de les Abadesses las posesiones que tenían en la jurisdicción de los castillos de Milany y Llaers, entre las que figuraba la parrochia Sancti Bartholomei de Cuildasens.

 

La iglesia de Sant Bartomeu de Covildases –o de Cubell, según consta en algunas visitas pastorales del siglo xvii, en referencia al cercano Puig Cubell (mont Calvelo)– se vio afectada por los seísmos que el año 1425 afectaron esta parte de Cataluña. Parece que los temblores hundieron entonces la bóveda del templo, que para 1428 aún no habría sido reconstruida, según se desprende de un consentimiento otorgado entonces por el obispado de Vic para que se pudiese celebrar una misa en una pequeña capilla lignaria, hasta que la iglesia volviese a estar cubierta. El 31 de agosto de 1448 los obreros y parroquianos de Covildases encargaron a dos maestros de Torelló fer l’hobra del campanar y porta y arcada de dita yglesia ensemps una paret que es sobra la taulada que s’ha a cobrir ab restel o losa del modo que millor degastar, de lo que se deduce que para aquel año las obras de restauración no habían sido todavía acometidas. Otras obras menores tuvieron lugar en 1608 (aderezo del altar mayor) y en 1785 (construcción de la sacristía sita junto al muro de mediodía). La robusta espadaña de doble vano que se levanta sobre la fachada occidental es un aditamento posterior al edificio románico. Con la Guerra Civil desapareció definitivamente el ya escaso culto de la iglesia, que se encuentra desde entonces semiabandonada.

 

Se trata de un edificio de nave única rematada a levante en un ábside semicircular, conectados ambos espacios mediante un arco en degradación. El hemiciclo se cubre con bóveda de horno, mientras que la nave lo hace con una bóveda de cañón reforzada por un arco fajón trazado a mitad de su desarrollo y otro adosado a la contrafachada; a pesar de no tratarse del abovedamiento original, el arranque de este se ha conservado en los muros de levante y poniente, permitiendo así deducir que, como el actual, era de bóveda de medio cañón. Por otro lado, pese a que los paramentos externos del edificio están cubiertos por una capa de enlucido, esta se ha desprendido en algunos puntos, permitiendo así la observación de un aparejo de sillarejo más bien irregular y de pequeñas dimensiones.

 

El paramento exterior del ábside presenta una ornamentación basada en la disposición de cuatro grupos de dobles arquillos ciegos divididos entre sí por cinco lesenas (la del extremo sur queda oculta por la anexión de la sacristía). Esta disposición da como resultado que una lesena se sitúe justo en el centro del muro; en consecuencia, el ábside no cuenta con un vano centrado, sino con dos ventanas –de doble derrame– abiertas a ambos lados de la lesena central. Otra ventana de doble derrame fue dispuesta en el muro meridional, mientras que la que se abre en la fachada occidental no parece corresponder a la obra románica original.

 

En la fachada meridional se emplaza la puerta de acceso al edificio, de medio punto con enormes dovelas, posterior a la cronología románica. Ahora bien, en el paramento interior del templo se observan, sobre esta puerta, los restos de un arco empotrado que podrían corresponder a la abertura original que, por lo tanto, debió de situarse en el mismo emplazamiento que la actual. A la derecha de la puerta y recorriendo el muro de la contrafachada corre un banquillo de piedra de unos 40 cm de altura.

 

La construcción de este templo podría situarse durante el siglo xi, cronología que se ajustaría tanto a su sencilla estructura como a la decoración que presenta el paramento absidal.

 

Texto y fotos: Meritxell Niña Jové

 

 

Bibliografía

 

Catalunya Romànica, 1984-1998, X, pp. 469-470; Ferrer i Godoy, J., 2009,        pp. 118-123, pp. 401-402, 685; Junyent i Subirà, E., 1946a; Pladevall i Font, A., 1960b, pp. 33, 51-54; Pladevall i Font, A., 1971‑1972, p. 302; Pladevall i Font, A., 1975b; Pujol Mauri, J., 2003, p. 123; Udina i Martorell, F., 1951, pp. 309-311; Vinyeta i Leyes, R., 1986, p. 41.