Sant Vicenç de Pinós
PINÒS
Además de Pinós, que da nombre a este municipio situado en el Sur de la comarca, otras cuatro localidades forman parte del mismo: Ardèvol, Matamargó, Sant Just d’Ardèvol y Vallmanya. A Pinós se llega desde Solsona por las carreteras LV-3005 y LV-3002, y desde Cardona por la BV-3001. Todas ellas convergen en Su, desde donde una carretera hacia el Sur conduce a Pinós. La sierra homónima, que atraviesa el término en dirección Noreste-Suroeste separa las cuencas del Llobregat y del Segre. La primera noticia sobre el lugar de Pinós y su castillo data del año 975, cuando el que posteriormente sería el abad y obispo Oliba, junto a su madre Ermengarda de Vallespir, donó un alodio ubicado en el condado de Berga al monasterio de Santa Maria de Serrateix. Además de los edificios descritos a continuación, en el municipio se conservan también los restos de la iglesia de Sant Martí de Pinós, en concreto de parte de los muros laterales de su nave, los cuales no permiten establecer una cronología determinada, aunque en ellos se han querido ver ciertas características de las obras de los siglos xi y xii.
Iglesia de Sant Vicenç de Pinós
Más tardías son las primeras referencias a la iglesia dedicada a san Vicente, la cual figuraba entre los templos que recibieron donaciones en el testamento de Berenguer de Pinòs, en 1295.
El edificio actual de Sant Vicenç de Pinós es, básicamente, el resultado de varias etapas constructivas realizadas a lo largo de los siglos. En un inicio, debió de contar con una sola nave a la que, posteriormente, se le añadió una nave paralela, seguramente en el mismo momento en el que el primitivo ábside fue sustituido por una cabecera plana. Además, en el transcurso de las diferentes reformas se sobreelevaron los muros del templo y se construyeron el campanario de espadaña de doble ojo, tres capillas laterales y un coro elevado a los pies del templo. También es resultado de las reformas posteriores la puerta, situada en el muro sur, y en la que figura inscrito el año 1747. Parte de este paramento meridional es de lo poco que se preserva del edificio románico. El aparejo utilizado en el mismo está compuesto por sillarejo bastante irregular, de menor tamaño en la mitad inferior que en la superior, dispuesto en hiladas relativamente uniformes. En su tramo oriental se abre una ventana de doble derrame, arco de medio punto y alfeizar monolítico que se encuentra cegada. En el interior, la nave principal se cubre con una bóveda es de cañón apuntada.
Su aspecto actual, muy sencillo y heterogéneo, hace difícil proponer una datación concreta, aunque los restos más antiguos podrían situarse hacia el siglo xii.
Texto: Francesc Rodríguez Beltrán/Juan Antonio Olañeta Molina - Foto: Francesc Rodríguez Beltrán
Bibliografía
Benet i Clarà, A., 1993, p. 18; Bolós i Masclans, J., 2006, pp. 114-115; Catalunya Romànica, 1984-1998, XIII, p. 257; Galera i Pedrosa, A., 1998, pp. 57-59; Junyent i Subirà, E., 1992, pp. 25-26.