Sant Ermengol de Pinell de Solsonés
Iglesia de Sant Ermengol
Al Oeste del término municipal de Pinell de Solsonès, se esconden entre los pinos del bosquecillo de la Ascensión, los vestigios de la iglesia de Sant Ermengol. Para llegar a ella se debe tomar la carretera que parte de Solsona hacia Sant Climenç, a la salida del cual, una pista forestal de 1,1 km conduce hasta el Mas de Can Cots. Dejando la masía a la izquierda y tras recorrer unos 500 m entre campos de cultivo, con una pronunciada pendiente final, se llega a la nueva iglesia de la Ascensión, muy cerca de la cual se encuentran las ruinas de Sant Ermengol.
En 1098, la esposa de Ermengol vendió unos alodios del término de Pinell, en el lugar conocido como Lavals, donde hoy se levantan los restos de la iglesia. Dado que en 1818 se terminó la construcción de la nueva iglesia de la Ascensión, en la que se emplearon sillares de Sant Ermengol, se puede deducir que la misma estaba ya arruinada con anterioridad a dicha fecha.
Este expolio de parte del material constructivo del edificio llevó, finalmente, a su práctica desaparición, pues tan sólo se conservan unos pocos restos: parte de la mitad norte del ábside, unos 140 cm del muro septentrional del presbiterio y el arranque del ábside lateral norte. El ábside principal era de planta semicircular, debía de tener un diámetro de unos 2 m, y en su centro se abría una ventana de arco de medio punto y doble derrame, de la cual se conserva algunos fragmentos. La única nave era rectangular –de 9,90 x 5,80 m–, y contaba con, al menos, un ábside semicircular, que perforaba su muro norte sin que se manifestase al exterior. Podría haber tenido un segundo ábside lateral, simétrico al citado, en el desaparecido muro sur, aunque existen templos con un solo ábsidiolo lateral, como, por ejemplo, Sant Joan de Torreblanca (Noguera). Se desconoce dónde se ubicaría la puerta de entrada, así como el tipo de cubierta de la nave.
El aparejo está compuesto por sillarejo de tamaño mediano, dispuesto en hiladas uniformes. En la esquina del ábside y del absidiolo se emplearon sillares de gran tamaño.
Se ha situado la construcción de este edificio a finales del siglo xi.
Texto y foto: Alicia Brosa Lahoz
Bibliografía
Catalunya Romànica, 1984-1987, XIII, pp. 240-241; Vidal Sanvicens, M. y López Vilaseca, M., 1979, pp. 240-241.