Sant Bartomeu de Margalef
TORREGROSSA
La localidad de Torregrossa, cabeza del término municipal homónimo, se sitúa en el sector este del mismo, mientras que el agregado de Margalef se localiza al Oeste. Este término también comprende los antiguos despoblados de Paradell, Vilaplana y Vimpeli.
Para llegar a Torregrossa desde Lleida se ha de tomar la carretera N-240 en dirección Tarragona.
Iglesia de Sant Bartomeu de Margalef
Se llega al despoblado de Margalef desde Lleida por la carretera N-240 en dirección a Tarragona, desde la que, en el cruce del punto kilométrico 79, hay que desviarse hacia Puigverd. La fachada de la primitiva iglesia de Sant Bartomeu se divisa en lo alto de un tozal que quedará a la izquierda. La nueva iglesia de Sant Bartomeu, muy próxima a ésta, se sitúa al otro lado de la carretera.
Mencionado por primera vez en 1161 como límite del término de Vensilló, el lugar de Margalef formó parte del señorío de Torregrossa desde el siglo xiii. Tras la conquista cristiana, en 1172, el lugar de Torregrossa fue otorgado al funcionario real Monof junto con otros lugares del término. No obstante, el dominio feudal pasó a Guillem IV de Cervera, repoblador del lugar y castellano de Lleida por Ermengol VIII de Urgell. Este dominio permaneció en manos de los Cervera hasta que el año 1279 Ramon II de Cervera vendió Torregrossa y Puiggròs al rey Pedro el Grande. Corresponde precisamente a este año la primera noticia documentada sobre el templo de Sant Bartomeu, que aparece mencionado el capellano Margalef en las décimas papales. Despoblado durante el primer tercio del siglo xv, los retablos y ornamentos del templo parroquial de Sant Bartomeu fueron trasladados a la iglesia de Castelldans.
Del antiguo templo tan sólo se conserva en pie la fachada occidental, aunque existen las trazas de los muros laterales del edificio. En el alzado destaca un gran campanario de espadaña de dos pisos y cuatro aberturas, dos en cada piso, rematadas con arco apuntado. Además, en la parte baja se abre una puerta, también con arco apuntado, en este caso adovelado, que en su extradós y en la imposta está enmarcado por una moldura a modo de chambrana. La cubierta del templo era a dos aguas y con una estructura de envigado de madera, como lo indica la presencia de tres mechinales en la parte interior del muro, el central más elevado para acoger la viga que formaba el lomo del tejado. Los sillares del paramento están dispuestos muy ordenadamente. Las características de los vestigios materiales ahora descritos nos llevan a situar la construcción del templo entre finales del siglo xiii y principios del siglo xiv.
Conviene apuntar para terminar, que en el entorno de la iglesia se han hallado los restos del antiguo poblado citado por las fuentes, del que sólo han pervivido algunos muros semienterrados, algunas bocas de silos excavados en el subsuelo y fragmentos de cerámica medieval.
Texto y foto: Meritxell Niña Jové
Bibliografia
Catalunya Romànica, 1984-1998, XXIV, p. 279; Font i Rius, J. M., 1969-1983, 1, pp. 169-170; Lladonosa i Pujol, J., 1972-1974, p. 225; Rius i Serra, J., 1946, 1, pp. 111 y 113.