ESTÁ APROXIMADAMENTE a un kilómetro del casco urbano, hacia el oeste, en dirección a Pinilla-Trasmonte. Es una construcción de una sola nave, con cabecera cuadrada, realizada en sillarejo, que en el muro sur ha reaprovechado un relieve romano decorado con una flor, dividido en dos fragmentos colocados de forma discontinua. Románicos son la portada, el primer tramo de la nave y el arco de la sacristía, abierto en el muro meridional. Los pies y la cabecera son posteriores. En el muro sur se abre la portada, de medio punto, formada por dos arcos, el de acceso liso y el segundo con un abilletado de gran plasticidad. Apoyan sobre dos jambas acodilladas, rematadas las exteriores con dos incisiones a modo de columnilla en los ángulos, con cimacios a bisel. Sobre la misma se aprecia un óculo liso, con derrame hacia el exterior, abierto con posterioridad para facilitar la iluminación. El muro ha sido recrecido, ligeramente, porque han quedado bajos los nueve canecillos de proa de nave del primitivo alero, que se interrumpen en el espacio ocupado por el óculo, para continuar hasta la sacristía. En el paramento septentrional los canecillos arrancan desde el inicio de la nave y en total son veinte, todos de proa de nave, exceptuando el quinto desde el lado occidental, que adopta formas geométricas. En el interior, en la parte delantera de la nave, se abre la puerta que da paso a la sacristía, con evidentes marcas de talla románicas. El arco es de medio punto y apoya sobre jambas con cimacio a nacela. Está muy transformado y parece que no ocupa su sitio original.