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Vista general de Sant Miquel de Bassegoda

Identificador
17003_01_050
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42.310000, 2.650000
Idioma
Autor
Carles Sánchez Márquez
Colaboradores
Sin información
Edificio (Relación)

Sant Miquel de Bassegoda

Localidad
Albanyà
Municipio
Albanyà
Provincia
Girona
Comunidad
Cataluña
País
España
Ubicación

Sant Miquel de Bassegoda

Claves
Descripción

Iglesia de Sant Miguel de Bassegoda

 

Si bien el topónimo de Bassegoda (montis Bassegoti) aparece de forma temprana en el precepto concedido por Carlos el Calvo al monasterio benedictino de Sant Aniol d’Aguja (872), la iglesia de Sant Miquel no es mencionada en la documentación hasta el año 1280, en este caso como ecclesia de Bassegoda. Carecemos de datos documentales hasta el año 1362, en el que la iglesia consta en el Llibre verd del Capítulo de la catedral de Girona como Parrochia Sancti Michaelis de Bassagoda, mientras que en los nomenclátores coetáneos es mencionada como Ecclesia parroquialis sancti Michaelis Bassegoda. Todo parece indicar que a partir del siglo xvii la iglesia se convirtió en sufragánea de Sant Andreu de Llorona. Prueba de ello es la visita pastoral realizada por el obispo de Girona a la archidiócesis de Besalú, acaecida en 1722, en la que estableció que el rector de Llorona celebrase misa los días festivos en Bassegoda y Corsavell.

 

El templo es un edificio de nave única y ábside semicircular, de factura simple pero con sillares bien trabajados, dispuestos en hiladas uniformes y regulares, que rondan los 30 cm de altura. El semicilindro absidial se ilumina mediante una estrecha ventana rectangular, sin adorno. También se abren dos vanos de idénticas dimensiones en el muro meridional, donde se ubica el acceso al templo. La puerta, sencilla, se dispone a partir de un arco de medio punto adovelado, solución semejante a la empleada en otras iglesias coetáneas de la zona, y que también encontramos en Sant Miquel de la Montella, en el cercano valle del río Borró.

 

En el muro de los pies nos encontramos con el cuarto  vano de la iglesia, que presenta en general un esquema bastante parecido a los anteriores. Además, sobre el hastial occidental se yergue una pequeña espadaña que alberga dos ventanales en arco de medio punto para las campanas.

 

En el interior, la nave se cubre con medio cañón apuntado y el semicilindro absidal con bóveda de horno asimismo apuntada. La austeridad y sencillez decorativa del exterior tiene continuidad en el interior del templo. Tan sólo se adivina una moldura que indica el arranque de la bóveda y del ábside, que presenta una sencilla ornamentación de bolas en algunos de sus puntos. Las bolas son utilizadas como recurso ornamental en otros conjuntos de la zona; entre los ejemplos más próximos, nos parece oportuno evocar la presencia de este elemento decorativo en las portadas de Sant Cristòfol de Beget y Sant Miquel de Pera. Asimismo, la moldura también aparece, aunque sin decoración escultórica, en el interior de la iglesia de Sant Andreu de Bestracà.

 

Las soluciones constructivas del edificio así como su austeridad y sencillez decorativa hacen de esta iglesia una muestra característica del románico rural de las cuencas pre-pirenaicas, en una cronología cercana a los últimos decenios del siglo xii.

 

Texto y fotos: Carles Sánchez Márquez

 

 

Bibliografía

 

Castells Catalans, Els, 1967-1979, III, pp. 11-12; Catalunya Romànica, 1984-1998, IV, pp. 120-121; Corominas Planellas, J. M. y Marqués Casanovas, J., 1976-1978, IV, pp. 103-105; Murlà i Giralt, J., 1983, p. 118-120; Sala i Canadell, R. y Puigdevall i Diumé, N., 1977, p. 10.