Sant Andreu de Baén
BAIX PALLARS
Iglesia de Sant Andreu de Baén
La iglesia de Sant Andreu está situada a la entrada de Baén, en el extremo suroriental de la población. Para llegar desde Gerri se ha de tomar la carretera N-260 en dirección a Tremp y, a un 1,5 km, coger a mano izquierda la LV-5135, dirección a Baén. Tras cruzar el río, se ha de continuar por esta vía unos 9,5 km, dejando atrás Bresca, Useu y la fortaleza de Vilesa.
Son numerosas las noticias de los siglos x y xi que se refieren a Baén y su fortaleza. Una de las primeras menciones se remonta a 920, cuando el Pallars estaba aún bajo influencia tolosana, y narra la sumisión de los habitantes de Baén y la entrega de sus alodios a Ramon II a cambio de su protección. A partir de entonces permaneció bajo poder de los condes del Pallars, hasta que, en el último cuarto del siglo xi y después de numerosos litigios, pasó a manos de la abadía de Santa Maria de Gerri. Desgraciadamente, no existe testimonio alguno que se refiera a su iglesia parroquial hasta fechas muy recientes, cuando pasó a ser sufragánea de la de Gerri. En el verano de 2012 se llevaron a cabo obras de consolidación de sus estructuras y cubiertas.
Esta iglesia, dedicada a san Andrés, es uno los escasos templos rurales de la zona que aún está abierto al culto. Quizás por ello, presenta un relativo buen estado de conservación. Se trata de un edificio de pequeñas dimensiones, con una planta compuesta por una sola nave rectangular y ábside semicircular. En el liso paramento de este último se abren dos ventanas, una en el centro, de doble derrame y arco de medio punto monolítico de piedra toba, y otra rectangular en el lado sur. En el muro meridional de la nave, en el que se añadió con posterioridad una sacristía, incorpora, en su tramo occidental una puerta cegada con arco mitrado. Otro arco cegado, éste de medio punto con marcada clave, se halla en el lienzo septentrional. Sin embargo, en este caso, más que una portada, se ha plantado que podrían ser los restos de un ábside lateral desaparecido. La fachada occidental alberga la entrada actual, sobre la que se abre un óculo en el que algunas de sus dovelas son de piedra toba. Rematando el frontis se alza una espadaña de dos ojos con arco de medio punto. Dicho elemento sufrió una ampliación en la que se levantaron unos muros laterales y un tabique por la parte posterior, con lo que se creó un cuerpo que se erige sobre los pies de la nave, el cual algunos autores han querido relacionar con los comunidors o esconjuraderos, que con frecuencia se hallan vinculados a iglesias rurales de montaña. La techumbre, de doble vertiente sobre la nave y sobre el campanario, y cónica en el ábside, está realizada con teja árabe, por debajo de la cual, en la zona de la cabecera, asoma la cubierta de losa original.
En el interior, que se encuentra totalmente recubierto de enlucido, la nave se cubre con una bóveda de cañón que arranca de una imposta biselada, y está reforzada, en la parte central, por un arco fajón de medio punto apoyado en pilastras. Por su parte, el ábside, de menor tamaño que la nave, cuenta con una bóveda de cuarto de esfera y se halla cegado por un tabique-retablo. El espacio que queda entre el arco absidal y la curva de la bóveda de la nave, se ensancha notablemente en la parte superior. En el muro norte se abre un arcosolio que coincide con el mencionado arco cegado en el exterior. En los pies del templo se alza un coro elevado, de construcción tardía, al que se accede mediante una escalera adosada al paramento suroeste y que presenta daños estructurales de cierta consideración. Peor estado ofrece el cuerpo superior del campanario, al que se llega a través se unas angostas escaleras en el ángulo noroeste del piso del coro. En ambos lados de la entrada existen dos pilas de muy diversa factura.
El aparejo utilizado está compuesto por irregular mampostería, con piedras menudas de diferentes colores, sin labrar y dispuestas de forma muy poco uniforme, insinuando hiladas poco homogéneas en algunos tramos. Tan sólo en las esquinas de la fachada oeste y del campanario se utilizan alargados sillares de mayor tamaño.
Se ha situado la construcción de esta iglesia en el siglo xii.
Texto: Azucena Povill Espinós/Juan Antonio Olañeta Molina - Fotos: Azucena Povill Espinós
Bibliografía
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