Casa fuerte de Juvinyà
Casa fuerte de Juvinyà
La casa fuerte o estada de Juvinyà se encuentra a orillas del río Fluvià, en el centro de la población de Sant Joan les Fonts. A 200 m del puente románico y a 500 m de la entrada del municipio, si accedemos a éste en vehículo. La casa se encuentra en la calle Juvinyà, contigua al carrer Major, que desemboca en la plaza mayor del pueblo.
La casa de Juvinyà fue la residencia de una familia de la pequeña nobleza local, de la que su primer miembro conocido es Ramon de les Fonts, documentado en 1191; su hija Urraca casó con Guillem de Juvinyà, quien introdujo el nombre de Juvinyà al linaje. Un biznieto de esta pareja, Arnau de Juvinyà, consta en 1328 como caballero y baile del priorato de Sant Joan les Fonts. La casa se menciona en 1381 como el stadium (estada) sive forcia de Juvinyano.
En el siglo xiv, las casas y las tierras de la familia de caballeros Juvinyà fueron adquiridas por Miquel Planes, vecino de la parroquia de Sant Martí de Juvinyà. Durante la Guerra Civil catalana del siglo xv, éste las perdió a favor de Climent de Cabrera hacia el año 1463. Ya en el siglo xvi, la casa fuerte de Juvinyà pasó a manos de una familia de campesinos, desapareciendo así la saga de caballeros de Juvinyà.
El edificio fue declarado Monumento Histórico-Artístico Provincial en 1972. En el año 1982, el Ayuntamiento de Sant Joan les Fonts la adquirió, y actualmente es la sede de un centro de interpretación de la casa fuerte, y de la zona municipal.
La casa fuerte está compuesta por una torre de planta cuadrangular, que es la parte más antigua, por la casa señorial y por un cuerpo central que funciona como puerta de ingreso al recinto y al patio de armas interior, uniendo los dos cuerpos y creando una sola fachada. Se aprecian fácilmente dos períodos constructivos bien diferenciados: la torre defensiva fue erigida durante el período románico y, en cambio, el resto de construcciones corresponden a una ampliación en época gótica. La fachada, de espaldas al río, tiene una longitud de 18 m y una altura de 10 m.
La torre de planta cuadrada tiene unos 4,5 m de anchura, y alcanza unos 10 m de altura. Sus muros son recios, construidos sobre la roca, de un espesor cercano al metro. Los muros se han construido mediante mampostería de piedra volcánica y cantos de río. Sin duda la piedra es local, la mayoría de ella sin trabajar, aunque las esquinas van reforzadas con sillares de gran tamaño. En algún tramo se apreciaba, antes de la restauración, algunas hiladas en opus spicatum.
La torre presenta tres alturas, todas ellas con aspilleras. La entrada se realiza por el muro norte, desde dentro del patio de armas. Es un acceso artificial abierto en el muro durante las restauraciones que habilitaron el conjunto para las visitas turísticas. Adjunta a la puerta encontramos una aspillera y un mechinal. En la primera altura encontramos tres aspilleras en el muro de la fachada y dos más en el muro sur. Las aspilleras tienen una anchura en su interior de 50 cm, y en su exterior de 8 cm.
El segundo piso, situado a 3,5 m sobre el suelo, presenta dos aspilleras en el muro de la fachada y una ventana abierta al río Fluvià, a oeste. En el muro norte se ha abierto una portada para que, mediante una pasarela moderna, comunique con el segundo piso de la casa señorial. En el muro de la fachada, sobre la puerta de acceso al patio de armas, encontramos una tronera que se traduce en su exterior en una aspillera. Esta tronera no es de época románica, corresponde, seguramente, a la ampliación del siglo xiv, tras ser destruido un molino hidráulico que aprovechaba el caudal de un canal que desembocaba en el río. El canal estaba situado bajo la portada de ingreso, y aún hoy es visible el acceso en la fachada este, y su desembocadura en la fachada oeste, frente al río Fluvià.
El tercer piso tiene una aspillera en el muro de la fachada y otra en el muro norte, frente al río. Una portada da acceso a una pasarela moderna que comunica, de nuevo, con el otro cuerpo del conjunto.
La casa señorial gótica presenta también tres alturas, y tiene el acceso en el patio de armas. Dos campañas arqueológicas (década de 1980 y 2002) han confirmado que, en origen, la torre románica tenía al lado un molino harinero, posiblemente construido en el siglo xiii. Dicho molino fue destruido por un incendio en el siglo xiv, tras lo cual debió construirse la residencia señorial
En el primer piso de esta, en el pavimento excavado en 1980-1990, se aprecian los agujeros donde se encajaban los soportes de la estructura del molino. Así mismo, vemos el tramo del canal que se utilizaba antes de la construcción del edificio gótico. En la fachada de levante observamos, en el piso inferior, el uso de sillares grandes, de 25 cm de alto por 70 cm de alto, y de 30 cm de alto por 40 cm de ancho, así como tres aspilleras formadas mediante cuatro grandes bloques en cada lado. En el piso inmediatamente superior, el aparejo es de menor tamaño y menos regular. Encontramos, aquí, una ventana gótica que debió ser geminada, aunque la columna divisoria ha desaparecido. El nivel superior está construido de manera similar al anterior, y dispone también de una ventana, aunque rectangular.
Texto y fotos: Raül Casado González – Planos: Xevi Llagostera
Bibliografía
AA.VV., 2008, pp. 308-309; Castells Catalans, Els, 1967-1979, III, pp. 134-136; Catalunya Romànica, 1984-1998, IV, pp. 348-349; Del Campo i Jordà, F., 1989a, pp. 61-62; Murlà i Giralt, J. 1983, pp. 230-231; Murlà i Giralt, J. y Teixidor i Santaeulària, J., 1999, pp. 339-340; Oliva Prat, M., 1971, pp. 12-23.