Castillo de Malagastre
ARTESA DE SEGRE
Castillo de Malagastre (o de Antona)
Los restos del castillo de Malagastre o de Antona, emplazados en la cima de la montaña de Antona, conocida también por los vecinos del lugar como els castellots d'Antona, se encuentran a 2,5 km al oeste de Artesa de Segre y gozan de una inmejorable situación estratégica aprovechando un meandro del río Segre. El paraje, de difícil acceso y de gran visibilidad, constituye un lugar de defensa privilegiada en el camino natural del Segre y permite el control de las rutas de comunicación que unen la zona septentrional prepirenaica con la Depresión Central. El acceso se realiza desde de la carretera que va de Artesa de Segre a Vernet. Tras cruzar un puente antes de llegar a esta última población, se toma a la izquierda un camino que transcurre paralelo al río, hasta llegar a un sendero que conduce al pie de la montaña. El último tramo hasta la parte más alta debe realizarse a pie.
La fortaleza medieval que ocupa la parte alta del yacimiento ibérico de Antona ha sido relacionada por Francesc Fité con el castillo de Malagastre, que aparece citado en diversos documentos de la época. La primera noticia sobre el mismo, que data de 1018, es una donación del conde de Barcelona Ramon Borrell al monasterio de Sant Serni de Tavèrnoles de una espelunca sita cerca del castillo de Malagastre, para que sus monjes edificaran una iglesia en honor a san Salvador. En un convenio feudal fechado en 1024-1026 y celebrado entre los condes Berenguer Ramon I y Ermengol II se citan como conquistados los castillos de Montmagastre, Alòs, Rubió y Malagastre, los cuales concedía en feudo el de Barcelona al de Urgell. De 1048 se conserva un documento en el cual Ermengol II, su esposa Constança y su hijo Ermengol III venden en alodio a Arnau Mir de Tost y Arsenda el castillo de Malagastro. En el año 1053, Arnau Mir de Tost dotó a la canónica de Sant Miquel de Montmagastre con iglesias y castillos, entre los cuales figuraba el de Malagastre. En una referencia posterior, de 1067, se confirmaba la donación de esta fortaleza y otras, junto con otras poblaciones, a la abadía de Sant Pere de Àger por parte de Arnau Mir de Tost y Arsenda.
Los vestigios del castillo de Malagastre, objeto de un estudio arqueológico entre 1998 y 2001, evidencian la estructura de un recinto fortificado de época medieval. El edificio presenta una planta rectangular, resultado de diferentes ampliaciones y remodelaciones, de aproximadamente 30 m de largo por 8 m de ancho, orientado en sentido Norte-Sur, y dividida en cinco estancias. La más septentrional corresponde a la zona más antigua de esta construcción, mientras que la central, de grandes dimensiones, tendría una función de distribución. Anexos a ésta, se hallan dos aposentos en los que cabe señalar la presencia de dos arcos caídos que originariamente debían soportar la segunda planta del edificio. Por último, otro recinto está subdividido en tres pequeños espacios, posiblemente depósitos de almacenamiento, dispuestos a cada lado de un pequeño pasillo. En uno de ellos se aprecia en la parte inferior un agujero cuya función podría ser la de desagüe o de canalización. El castillo presenta un talud en su costado noreste donde también se pueden observar los restos de una torre. El aparejo utilizado es de sillarejo y mortero de cal. Cabe mencionar el empleo en una de las estancias del opus spicatum. El castillo está dentro de un espacio amurallado delimitado por la terraza en la que se asienta.
El castillo de Malagastre juntamente con los de Alòs de Balaguer, Rubió y Artesa formó parte de la línea defensiva cristiana de la zona, en la cual se llevó a término una política de repoblación a principios del siglo xi.
Texto y fotos: Helena Soler Castán
Bibliografía
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