Sant Martí Vell
Iglesia de Sant Martí Vell
La iglesia de Sant Martí Vell está situada en las faldas de la cima de Sant Julià del Mont. Es visible desde todo el valle de Santa Pau, y precede al antiguo núcleo de Sant Martí. Para acceder a ella partiremos desde Santa Pau en dirección al núcleo de Mascou, donde viraremos hacia la derecha tomando el camino que lleva al vecindario de Sant Martí, antes de llegar al cual encontraremos el templo.
Apenas conservamos documentos acerca de la iglesia de Sant Martí Vell, sobre todo de su periodo parroquial, antes de convertirse en sufragánea de la de Santa Pau hacia el siglo xiv. El primer documento en el que aparece mencionado el templo es del año 1256, en un homenaje del caballero Ponç Bach al obispo de Girona por la mitad de los diezmos de la parroquia de Sant Martí, que tenía por Berenguer de Llansà. En un documento posterior, del 1320, Guillem de Santa Pau ofrece también al obispo gerundense parte de los diezmos de la parroquia. En el año 1391 aparece ya la iglesia como sufragánea de la parroquia de Santa Pau.
Las visitas pastorales del siglo xvii revelan el mal estado del edificio, que contaba con un único altar. Entre 1721 y 1730 se realizaron sendos nichos en los muros laterales de la nave para instalar los altares de san Esteban y san Juan. Ya en época moderna, durante la Guerra Civil fue dañada una imagen sedente de la Virgen que custodiaba la iglesia, Es una talla en alabastro blanco, considerada del siglo xvi y que actualmente se guarda, restaurada, en la iglesia parroquial de Santa Pau.
Sant Martí Vell es un templo de una sola nave, que culmina en un ábside semicircular algo más estrecho. El ingreso al interior tiene lugar por el costado sur, donde se abre una sencilla portada formada por cuatro arcos en gradación, que parten de impostas austeras; tímpano y dintel lisos completan el conjunto. Los muros exteriores están cubiertos por una capa de yeso de época moderna, seguramente aplicada durante unos trabajos de restauración documentados en el año 1911.
En el centro del ábside encontramos una ventana de derrame simple, realizada en piedra bien tallada aunque sencilla, sin figuración. El ábside culmina en su exterior con una cornisa que lo embellece en el tránsito con la cubierta, ésta realizada con teja árabe de época moderna. En el espacio que antecede al presbiterio hay otra ventana, de doble derrame, que quedó parcialmente tapiada por una ampliación que se practicó en el muro sur de la iglesia para habilitar una sacristía y unos nichos para el entierro de los vecinos de Sant Martí. Hallamos otra ventana en el muro oeste de la iglesia, que fue modificada en época moderna. En el muro norte hay el acceso a la torre campanario, que sustituyó en época moderna a una espadaña antigua de doble vano.
La nave está cubierta por la bóveda apuntada que arranca de una cornisa románica bien trazada. Ésta cornisa corona la ventana de doble derrame del muro sur, y se esconde en el ábside tras un altar neoclásico de piedra. Las paredes interiores están igualmente enlucidas, y decoradas con una emulación pictórica de sillares de piedra. Las lagunas del enlucido permiten apreciar el aparejo del templo, a base de solidos sillares de buena talla, dispuestos en hiladas regulares. La piedra de la cubierta es diferente a la empleada en los muros; da la impresión de que sea piedra volcánica o algún tipo de piedra muy porosa. Quizás se substituyó la cubierta después de los terremotos del siglo xv y se utilizase una piedra ligera, temiendo el empuje de los muros hacia su exterior al aplicar una bóveda apuntada sobre una nave preparada para soportar una cubierta románica.
El presbiterio y la zona absidal quedan elevados respecto al resto de la nave, desnivel que se salva mediante dos peldaños. El suelo de la nave está cubierto por baldosas de adobe cocido, pero bajo la escalera de caracol que conduce a un coro alto (de época tardía), situado a los pies de la iglesia, es visible, bajo las baldosas, una capa de yeso y, bajo ésta, un pavimento de guijarros que dibuja sencillas franjas con intención decorativa. Este tipo de pavimento se encuentra en otros edificios románicos más o menos próximos, por ejemplo en la nave meridional del monasterio de Santa Maria de Cervià, en Cervià de Ter (Girona).
Por el tipo de planta y las soluciones arquitectónicas que se plantean en el edificio, podemos datar la iglesia de Sant Martí Vell entre mediados y finales de siglo xii, o incluso ya a principios del xiii.
Texto y fotos: Raül Casado González
Bibliografía
Barral i Altet, X., 1979, pp. 153-169; Catalunya Romànica, 1984-1998, IV, pp. 361-362; Murlà i Giralt, J., 1983, pp. 110-111; Murlà i Giralt, J. y Teixidor i Santaeulària, J., 1999, pp. 71-72.