De la antigua iglesia románica únicamente se conservan en la portada las arquivoltas que apean sobre impostas y jambas renacentistas, época ésta en la que se renovó el conjunto del templo. Profundamente transformada la puerta original, en la fábrica moderna se aprovecharon las arquivoltas exteriores, concretamente una rosca decorada con celdillas cuadrangulares talladas a bisel -como las de la pila bautismal de la ermita de Nuestra señora de las Torres, en Torres de Medina-, otra de rombos en relieve -muy común- y una chambrana con decoración de sogueado trasdosado por dientes de sierra, del tipo de las que aparecen en las molduras de las portadas de Huidobro o de San Pedro de Tejada, entre otras. Este tipo de decoración nos traslada a una cronología de la segunda mitad del siglo XII.