LA IGLESIA SE CONSTRUYÓ en todas sus etapas a base de sillería granítica, conformándose actualmente con cabecera poligonal y ancha nave articulada en cuatro cortos tramos separados por arcos diafragma de medio punto, con contrafuertes exteriores. Al oeste se levanta una monumental espadaña mientras que al sur se adosa la sacristía, junto a la que se halla la portada. La mayor parte de la construcción creemos que es obra del siglo XVI, aunque posiblemente la espadaña lo sea ya del XVII y más tardía la sacristía, conservándose como testimonio de lo que fue el templo románico la antigua fachada septentrional, respetada por las reformas posteriores. A través de esos restos conservados se intuye un edificio levantado completamente en sillería, con cabecera cuadrada dotada de pequeña saetera abocinada al menos en este lado y con un alero del que se conservan todos los canecillos que remataban el muro superviviente, ocho en total, todos de nacela, sin que haya restos de cornisa. La nave era algo más ancha, maciza, interrumpida hoy por los contrafuertes añadidos, aunque se aprecia claramente su altura completa, con 19 canecillos visibles, también de nacela. En conjunto debe conservar toda su longitud, a excepción del hastial. En el interior, al margen de algún sillar con marca de cantero reutilizado, no se aprecia nada de la fábrica románica pues posiblemente se renovaron todos los paramentos interiores. Se conserva sin embargo una pieza de piedra tallada que sirve de soporte para el pendón parroquial y que reproduce la forma de un capitel románico, aunque probablemente ya fue concebida para un uso similar al que tiene. Mide 40 cm de lado y 28 cm de altura y está fabricada en granito blanco, con decoración en las cuatro caras a base de acantos, un tanto toscos, aunque quizá ésta sea una apreciación provocada más por la e rosión de la talla que por el propio trabajo del cantero. Salvando las distancias, guarda cierto parecido con uno de los capiteles de los pilares posteriores de la iglesia de Santiago del Burgo. En definitiva, la antigua iglesia románica de Roelos fue sin duda mucho más pequeña que la actual y aunque no tenemos demasiados datos para saber si pudo tener una o tres naves, dadas las dimensiones de lo conservado nos parece más lógica la primera opción. En todo caso, aún aceptándose la segunda posibilidad, el testero de la cabecera conservada coincide con el arco triunfal actual. Reproduce el esquema más habitual en el románico del occidente de Zamora, también muy representado en la capital, de iglesia con cabecera cuadrangular, un tipo que aunque contando con modelos antiguos, tuvo mucho éxito en las postrimerías del siglo XII, cuando con toda probabilidad se levantó la iglesia de Roelos.