EL TEMPLO PARROQUIAL dedicado a San Vítores -santo burgalés del siglo X- consta de una nave dividida en tres tramos cubiertos con crucerías estrelladas separadas por fajones de medio punto y cabecera rectangular. Posee torre a los pies y portada abierta al sur, cerca de la torre, siendo el conjunto obra tardogótica con resabios ya renacentistas. El único vestigio de la iglesia tardorrománica lo constituye la cabecera, de testero recto y cubierta con bóveda de cañón apuntado. Se levanta en excelente sillería con abundantes marcas de cantero en interior y exterior. Da paso al ábside un arco de triunfo apuntado y doblado que reposa en pilastras lisas. A modo de cimacios aparecen dos impostas decoradas, la correspondiente al lado del evangelio con un reticulado romboidal y la del lado de la epístola simplemente biselada. Esta imposta corre bajo la bóved a por los paramentos laterales conservados de la cabecera. Al norte de esta estructura se adosó una capilla, cubierta con bóveda de crucería y comunicada con ella por medio de un arco apuntado. Exteriormente se aprecia la ventana -simple saetera abocinada- abierta en el eje del ábside y oculta al interior por un retablo. La cornisa, con perfil de nacela, adornada con botones en dos segmentos, es soportada por una línea de canecillos, igualmente con perfil de nacela, salvo dos, uno cuya decoración es irreconocible y el otro ornado con una sencilla flor heptapétala. La construcción, aunque sigue modelos románicos, parece obra tardía de bien entrado el siglo XIII.