Identificador
09640_05_006
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42º 5' 4.63'' , - 3º 21' 36.83''
Idioma
Autor
José Luis Alonso Ortega,José Manuel Rodríguez Montañés
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)
País
España
Edificio (Relación)
Localidad
Jaramillo Quemado
Municipio
Jaramillo Quemado
Provincia
Burgos
Comunidad
Castilla y León
País
España
Claves
Descripción
MUCHA MAYOR CERTIDUMBRE de su existencia a finales del siglo XII o principios del XIII la proporciona la espléndida estampa de la torrecampanario de la iglesia de San Martín, probablemente uno de los mejores ejemplares de este tipo de estructuras, tan propias del románico serrano. Se alza el templo sobre un afloramiento rocoso al sur del actual caserío. La actual iglesia es gótica, de tres naves abovedadas con crucerías, cabecera de testero plano y monumental portada abierta en el hastial occidental y protegida por pórtico renaciente. Pero, la integral reforma que sufrió el conjunto a finales del siglo XV respetó -seguramente por su calidad constructiva- la imponente torre, integrándola en la nueva obra al sur de la cabecera, reutilizando parte de la sillería y algunos canecillos, integrados en el muro meridional de la nave. No creemos, sin embargo, que este muro sur corresponda al de la iglesia primitiva, pues ello supondría que ésta se integraba en el espacio de la nave. Reconocemos cinco canecillos románicos combinados con los típicos de cuarto bocel en el alero sur de la nave, decorados con nacelas escalonadas, un prótomo de carnero, otro de bóvido, formas geométricas y una confusa composición en la que vemos un personajillo en una extraña contorsión. En el muro norte vemos otros de simple nacela y perfil de proa de barco, quizá también reutilizados. La torre, de planta aproximadamente cuadrada, presenta un alto cuerpo inferior liso con muros de extraordinaria potencia, y dos pisos superiores de campanas retranqueados y separados entre sí por una destrozada imposta abiselada. El cuerpo inferior muestra en cada lienzo dos arcos geminados -de medio punto, baquetonados y con chambrana de nacela- sobre columnas a modo de parteluz, éstas alzadas sobre basamentos cúbicos, con basas áticas de atrofiado toro superior y gran toro inferior aplastado y rematadas por simples capiteles de hojas rematadas en cogollos. En los extremos apean directamente en el machón, cuyas aristas reciben boceles que continúa los de los arcos. En el piso superior son arcos abarcantes con tres cuartos de bocel los que albergan ventanas bíforas del tipo de las anteriores, aunque aquí se recarga algo más el paramento al reposar los arcos externos en dobles columnas, sólo la interior dotada de capitel. El alero muestra cornisa achaflanada sobre canes con perfil de proa de barco. Al interior se abría el cuerpo bajo de la torre a la primitiva nave mediante un arco doblado de medio punto sobre pilastras coronadas por impostas de listel y chaflán toscamente abilletado, abovedándose con medio cañón el espacio hoy convertido en la capilla del Cristo. La tipología de la torre la emparenta con otros ejemplares serranos próximos, como la de Jaramillo de la Fuente y Vizcaínos de la Sierra, con los que compartirá su cronología, dentro de los últimos años del siglo XII o primeros del XIII. Similar fecha podemos asignar a la pila bautismal tardorrománica conservada a los pies de la nave del evangelio, sobre un basamento circular escalonado. Siguiendo el más extendido modelo serrano, muestra copa semiesférica interiormente avenerada y al exterior ornada con una banda entre dos listeles en la que corre un tallo ondulante que en sus meandros acoge seca hojarasca, rudo remedo de los jugosos zarcillos que decoran las de Palacios de la Sierra o Barbadillo de Herreros, por ejemplo. El cuerpo bajo está ocupado por gruesos gallones, alzándose sobre un tenante cilíndrico con un grueso bocel superior. Mide 94 cm de diámetro x 95,5 cm de altura total, de los que 34 cm corresponden al soporte.