LA IGLESIA DE LA LOCALIDAD de Pradales se encuentra ubicada en los terrenos septentrionales de este pequeño núcleo, abriéndose su acceso a una pequeña plaza situada a mediodía y encontrándose toda ella libre de construcciones adosadas. Es un ejemplo de iglesia de reducidas dimensiones, realizada en mampostería con presencia de sillería con fines estructurales (esquinales, cornisas) o en partes nobles (vanos, portada), estando compuesta de cabecera recta y nave única, ya manifestadas al exterior. La sencillez y humildad de esta construcción se hace patente también en el escaso desarrollo de la ornamentación; la cornisa que recorre los muros laterales de la cabecera, así como el exterior de la nave es una serie de canecillos apenas trabajados, presentando unos perfil de proa de barco y otros únicamente un corte en bisel. En el muro meridional se encuentra el único acceso del templo; presenta las mismas características vistas para la cornisa, con una enorme sencillez y desornamentación, tratándose de un arco de medio punto compuesto de dos arquivoltas de arista viva trasdosadas por un guardapolvos abiselado. Las arquivoltas apean en jambas del todo desornamentadas, produciéndose la transición entre unas y otras a través de una imposta corrida formada por dos boceles y una tercera moldura en la parte superior, esta de perfil recto. El mismo aire parece respirar el único vano del muro de saliente, de sencillísima composición; un pequeño arco doblado de medio punto con arista viva da forma a un estrecho vano, oculto en el interior detrás del retablo. Este arco arranca de una imposta abiselada que da paso exteriormente a una jamba, mientras que al interior lo debía hacer en columnas de las que hoy únicamente se conservan los capiteles. Estos, que han llegado algo deteriorados, parecen lucir el mismo motivo ornamental; a partir del collarino con forma de bocel, arranca una hoja carnosa con lo que debe ser su fruto próximo a la punta, todo ello de ruda talla. Hay huellas de reformas posteriores en esta fábrica, entre las que habría que incluir la sacristía o la espadaña, esta ya en el siglo XVIII. Todo el interior presenta un aspecto renovado, siendo la cabecera la parte que más vestigios conserva de su primitiva fábrica, donde se sitúa un hoy deformado arco triunfal de medio punto doblado que da paso a un presbiterio organizado en dos tramos por unas arquerías laterales y un arco fajón, en la actualidad de madera. El arco toral apea en semicolumnas, las cuales se sitúan sobre un alto basamento; a partir de aquí un plinto prismático da paso a una basa de bisel y garras rematada en la parte superior por un bocel. El fuste es liso y remata en un capitel en el que dos hojas sencillamente indicadas por una incisión acogen unas piñas; la imposta superior se compone de una triple moldura de nacela, listoncillo y listel. Todo el conjunto presbiteral es recorrido a media altura por una imposta abiselada, debajo de la cual se disponen dos arcos de medio punto por lado, de menor luz el situado más a oriente, sin ningún tipo de ornamentación y una moldura con perfil abiselado haciendo el papel de capitel.