Sant Pere de Aransís
GAVET DE LA CONCA
Gavet de la Conca es un municipio creado en 1970 como resultado de la integración de los de Aransís, Sant Salvador de Toló y Sant Serni. Se extiende al norte de la sierra del Montsec y al este del río Noguera Pallaresa. En el término discurren el río Conques y los barrancos de Barcedana y de Xércoles, y en la zona central se encuentra la sierra de Sant Gervàs, también conocida como Sant Miquel de la Vall o de Aransís. Los testimonios de la presencia humana en esta zona se remontan a la Edad del Bronce, como lo ponen de manifiesto los hallazgos arqueológicos de la cueva dels Mosquits.
Iglesia de Sant Pere de Aransís
Situada en el extremo meridional del pueblo de Aransís, dentro del núcleo urbano, se encuentra la iglesia parroquial dedicada a san Pedro, templo que, a pesar de haber sido alterado y reformado en varias ocasiones, ha sabido mantener su planta y decoración original. Para llegar a Aransís, se ha de partir de Tremp en dirección a Artesa de Segre por la carretera C-1412; después de cruzar el pueblo de Vilamitjana, un desvió a la derecha conduce a este pequeño pueblo del Pallars Jussà.
Históricamente ligado a la baronía de Orcau, el pueblo de Aransís cambió de manos a partir del siglo xvi. Primero la familia de los Erill y después la casa de Aranda gestionaron este emplazamiento hasta bien entrado el siglo xix. La primera noticia conocida sobre Sant Pere d’Arençis figura en una relación de iglesias del arcedianato de Tremp de 1314.
Es un edificio formado por un ábside semicircular y una sola nave de planta rectangular cubiertos con sendas bóvedas de cuarto de esfera y de cañón de perfil apuntado, respectivamente. Dos arcos fajones delimitan tres tramos en la nave. En el liso paramento exterior del ábside, en el que no se abre vano alguno, se aprecia el testimonio de una reforma en la que se sobrealzó la estructura. Culmina el muro meridional el único elemento decorativo del exterior, un friso de dieciséis arquillos ciegos, realizados en piedra toba, que se apoyan en una especie de ménsula del mismo material terminada en una forma cilíndrica, solución muy poco habitual. Adell detectó que en el muro sur de la cercana iglesia de Santa Maria de Llimiana también se utilizaban este tipo de ménsulas. A este ejemplo, y sin ir muy lejos, habría que añadir los ábsides de Santa Maria de Mur, Sant Andreu de Biscarri y Santa Maria de la Clua, así como el muro meridional de esta última iglesia y el septentrional de Sant Llorenç d’Ares y el campanario de Sant Esteve de Abella. Además, y aunque ya está ubicado en El Solsonés, se puede incluir en esta lista el ábside de Santa Maria de Solanes, en Lladurs. Este elemento, aparentemente insignificante, tiene su importancia, puesto que aporta indicios que permiten concertar algo más la datación del edificio, que hasta la fecha se había situado de forma genérica en la segunda mitad del siglo xi. Si consideramos que la cabecera de Santa Maria de Mur pudo ser realizada durante los años inmediatamente anteriores a su consagración en 1069, parece razonable pensar que Sant Pere de Aransís pudo construirse en fechas próximas, posiblemente en el tercer cuarto del siglo xi.
Los dos muros laterales fueron seriamente transformados en reformas acometidas en épocas posteriores mediante la adición de unas capillas. Asimismo, posiblemente como consecuencia de la transformación de la espadaña occidental en potente torre-campanario, se añadieron dos contrafuertes triangulares en el tramo oeste del muro meridional. Se accede al templo mediante una puerta situada en la fachada occidental y formada por un arco de medio punto: Encima de ella se observa un pequeño óculo. El interior, totalmente enlucido y reformado, mantiene escasos vestigios románicos.
Texto: Juan Antonio Olañeta Molina/Daniel Altisent - Fotos: Daniel Altisent - Plano: Sonia Urbino Sampedro
Bibliografía
Catalunya Romànica, 1984-1998, XV, p. 332; Castells Catalans, Els, 1967-1979, VI-II, pp. 1355-1356; Fité i Llevot, F., 2007, pp. 81, 82.