Identificador
37799_02_004
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
41º 5' 38.99'' , -5º 36' 1.92''
Idioma
Autor
José Luis Alonso Ortega
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)
País
España
Edificio (Relación)
Localidad
Palencia de Negrilla
Municipio
Palencia de Negrilla
Provincia
Salamanca
Comunidad
Castilla y León
País
España
Claves
Descripción
EL TEMPLO SE LOCALIZA EN EL CENTRO del caserío y aunque en tiempos fue totalmente exento, hoy se halla rodeado de algunas construcciones. Consta de gran cabecera rectangular, con amplia nave de tres tramos, pórtico y sacristía adosados al mediodía y pequeña torre a los pies, levantado todo fundamentalmente a base de sillería arenisca, aunque también con lienzos de pobre mampuesto y de ladrillo. El conjunto se edificó en varias etapas a lo largo del siglo XVI, aunque subsistieron algunos restos de fábricas anteriores que denotan una mayor pobreza de las mismas. De época románica se conserva un pequeño lienzo en el muro norte, incluyendo una portada. Corresponde a la mitad inferior del segundo tramo de la nave, donde se puede apreciar el paramento románico de pobre y menuda mampostería, hoy un tanto descarnada, en la que se dispone una sencilla portada a ras de muro -muy descentrada respecto al tramo actual de la nave-, tallada esta vez en sillería arenisca de Villamayor. Consta esta puerta de arco de ingreso apuntado, liso, seguido de dos arquivoltas de medio punto, lisa también la exterior y decorada la central a base de abigarrados pero toscos círculos segmentados en los que se inscriben rosetas, generalmente de ocho pétalos. Los apoyos son sencillas y erosionadas pilastras -dos a cada lado-, con impostas achaflanadas en las que se llegan a ver de nuevo una decoración de círculos como los de la arquivolta. Inmediatamente encima de la portada se pueden observar cinco piezas ajedrezadas, reutilizadas como mampostería y que pertenecieron también a la fábrica románica, seguramente a alguna imposta; igualmente aparecen otra serie de sillares lisos, alguno con marca de cantero, uno con arista abocelada y otro que conserva también restos de decoración, con otros cuatro círculos del mismo tipo que los de la portada aunque inscriben esta vez flores de lis. Posiblemente ésta era una de las dos portadas que pudo tener el templo en época románica, hallándose la otra al mediodía, donde hoy se halla la entrada principal, de factura plateresca, atribuida a Juan Gil de Hontañón. Incluso la que ha sobrevivido creemos que ha sido remontada en alguna ocasión, como puede deducirse de la disposición de los círculos y sobre todo de la poco explicable combinación de arco apuntado y arcos de medio punto. No es fácil precisar una cronología para esta fase románica, aunque creemos que puede ser bastante tardía, seguramente de las postrimerías del XII o de comienzos del XIII, momento para el que hemos de imaginar un templo sumamente sencillo y pobre -a tenor de la modestísima fábrica conservada-, seguramente de dimensiones mucho menores que el actual, pero sobre el que rápidamente se debieron llevar a cabo algunas renovaciones. Entre estas primeras reformas tal vez se halló el remonte de la portada románica y también alguna reconstrucción de la que nos quedan indicios en el muro de poniente y en la base de la torre, concretamente en un lienzo de ladrillo decorado con un arquillo ciego de medio punto que nos habla de una construcción mudéjar del hastial de poniente, para la que sin embargo no podríamos dar una fecha, ni siquiera aproximada, aunque sobre ella se apoya la torre, en cuya base se ve a su vez una antigua portada de factura gótica. Finalmente la gran reforma se acometerá en el siglo XVI, en dos grandes etapas que modificaron por completo el edificio, enriqueciendo además el interior con el artesonado que cubre la cabecera y con una serie de retablos, todo lo cual ya impresionó a un visitador diocesano a principios del siglo XVII, quien consignó que esta localidad “tiene una muy buena iglesia, con la mejor capilla y retablo en el altar mayor de talla y pincel que ay en todo el Obispado”. En el interior se conserva también un Cristo gótico de madera policromada.