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Fachada meridional

Identificador
09133_09_003
Tipo
Fecha
Cobertura
42º 26' 32.91'' , - 3º 58' 21.50''
Idioma
Autor
Jaime Nuño González
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Ermita del Cristo de Villaux

Localidad
Pedrosa del Páramo
Municipio
Pedrosa del Páramo
Provincia
Burgos
Comunidad
Castilla y León
País
España
Descripción
LA ERMITA DE VILLAUX, o del Cristo de Villaux, se encuentra a 1,5 km al noroeste de Pedrosa, en la paramera, pero dentro de una suave vaguada junto a las laderas que se abren hacia el extenso valle del río B rullés. Es un despejado paisaje sobre el que, cuando se escriben estas líneas, está proyectado levantar una maraña de aerogeneradores. Villaux fue aldea fundada seguramente en época altomedieval, aunque sus noticias históricas son controvertidas. En el documento suscrito hacia 1121-1124 por doña Apalla, por el que adopta como hijo al presbítero Sancho, entregando ambos a la catedral de Burgos -donde quieren ser enterrados- distintos bienes en pueblos del entorno de Villadiego, se cita in Villaus una divisa cum suo solare. Según Gonzalo Martínez se trataría de nuestro Villaux, aunque Luciano Serrano y José Manuel Garrido dicen que es Villaute, población también del entorno. Independientemente de las similitudes fonéticas, lo cierto es que el sitio aparece citado entre Ulmus (Olmos de la Picaza) y Samanceles (Manciles), que son poblaciones más cercanas a Villaux que a Villaute. La misma confusión existe con el Villa Hux que figura en la Estimación de Préstamos del Obispado de Burgos, redactado hacia 1250, y que pertenece al arcedianato de Treviño. La similitud con el lugar que nos ocupa resulta evidente, y así lo reconoce Gonzalo Martínez, aunque no deja de ser llamativo el hecho de que no haya otro lugar en esa relación que pueda identificarse con el actual Villaute. En todo caso Villaux debió ser siempre una pequeña población que ya no aparece en el Becerro de las Behetrías. De ella sólo quedaría su antigua iglesia parroquial, convertida en ermita, aunque según la tradición el caserío se encontraba como a 100 m del templo, hacia el noroeste, sobre un pequeño altozano y según dicen se llamó Santa María, quizá por metonimia con la posible advocación original de la iglesia. El edificio actual es una fábrica de sillería caliza compuesta por una cabecera cuadrada y una nave, con port ada sobre la fachada occidental, donde se levanta también una minúscula espadaña. El conjunto de la nave está renovado en época barroca, quedando de época medieval la cabecera, una sencilla estructura con testero recto, presidido por estrecha y simple saetera -al interior enmascarada por el retablo con su Cristo gótico-, y con cubierta a dos aguas. Los aleros, con cornisa de listel y chaflán, están sostenidos por un conjunto de canecillos, fundamentalmente de nacela, aunque alguno de ellos es de proa de barco. En el interior la estructura absidal se cubre con bóveda de cañón apuntado que nace de impostas achaflanadas. El arco triunfal es apuntado y doblado, con la rosca interior recorrida por una mediacaña en el frente y otra en el intradós, apoyándose en semicolumnas adosadas, de alto podio, con capiteles decorados: el septentrional con una tosca representación de un personaje con dos cuadrúpedos -quizá una escena de pastoreo-, y el meridional con hojas de vid. Aunque estructuralmente esta cabecera participa de cualidades románicas, el apuntamiento de los arcos y la decoración vegetal de uno de los capiteles no cabe duda de que muestran vinculaciones claramente góticas, por lo que podemos fechar la construcción hacia mediados del siglo XIII, siendo el típico templo que resulta difícil encuadrar dentro de un estilo u otro, aunque a nuestro entender está más cercano del segundo. En el interior, en el muro norte de la cabecera, se halla un arcosolio apuntado en el que según reza la lápida arriba mencionada, se hallan los restos del obispo segisamonense don Pedro Paramón, quien -según esa inscripción- pediría ser enterrado en este lugar, de donde era natural.