LA ERMITA, REALIZADA EN PIEDRA CALIZA en su mayor parte con sillares labrados, presenta una única nave con cabecera rectangular, modelo de ábside muy frecuente en el Condado de Treviño y en el románico de Álava. Aunque se observan algunas modificaciones en épocas posteriores, guarda su estructura románica tardía casi en su totalidad. En el muro sur, en el tramo del presbiterio, se abrió una ventana gótica y en el norte se añadió un contrafuerte en el centro de la nave. Aunque la ermita presenta una cierta unidad, todo parece indicar que existen dos fases constructivas, que en cualquier caso fueron realizadas con un margen de tiempo muy estrecho y sin que el planteamiento arquitectónico inicial sufriera modificaciones. En la nave, próximo al comienzo del presbiterio, se ve un cambio en el paramento de los muros. Esta ruptura, que coincide en el muro norte y sur, debió ser causa de una modificación o parón de las obras. La discontinuidad o cambio en la construcción se corrobora también por la línea de canecillos que soportan una imposta a bisel en los muros sur y norte del ábside y que quedan interrumpidos en la nave. Sin embargo, la portada que se encuentra en el muro sur, en la parte más occidental, mantiene la línea estilística de la ventana del ábside y los capiteles de la credencia, y en general, como ya hemos mencionado, con el planteamiento inicial que no sufrió grandes modificaciones. En el eje del ábside se abre una ventana en derrame con dos arquivoltas de arista viva que descansan en sendos capiteles a cada lado. Los cuatro son vegetales y realizados con escaso relieve. El primero de la izquierda es una esquemática representación vegetal realizada con simples incisiones. El siguiente sigue con la misma simplificación, en este caso, con unas volutas en la parte superior. El tercero parece inacabado, con líneas que dibujan el perfil de unas hojas. Y el cuarto, en sintonía con los vistos, repite la esquematización de hojas realizadas con incisiones. En lo que respecta a las cuatro basas, todas repiten el habitual esquema de toro y escocia. La portada avanza del muro sur y queda enmarcada en los ángulos por unas finas columnillas, elemento muy característico en las iglesias del Condado de Treviño y Álava de mitad de los siglos XIII y XIV. La portada en derrame, presenta tres columnas acodilladas a cada lado. Los capiteles son todos vegetales y muy similares entre sí. Se trata de unas hojas verticales en cuya parte superior se convierten en formas circulares o estrellas. Las apuntadas arquivoltas son de baquetón, mediascañas, poligonales y rematadas en su exterior por una chambrana de puntas de diamante. El avance, su situación en el lado más occidental del muro sur y la sencillez en las decoración de arquivoltas y capiteles, la emparenta con la próximas de San Vicentejo y Marquínez, especialmente con esta última. A los pies se abre otra ventana, en esta ocasión sin derrame y con los ángulos rebajados simulando columnas que se rematan con falsos capiteles con cabezas humanas. Como ya se ha mencionado, en el centro de la nave, el muro norte se reforzó con un contrafuerte. La pendiente en la que está situada la iglesia hace que el lado septentrional presente una mayor altura que el meridional. Esta diferente altura y problemas estructurales fue lo que motivó la colocación del contrafuerte, apreciándose, a pesar de todo, un ligero abombamiento en esa parte. Al interior se presenta como una iglesia muy modesta, con una planta rectangular, de una sola nave de dos tramos que se cubre con bóveda de cañón apuntado. En la actualidad se ha perdido parte de la bóveda que se cubre hoy con techumbre de madera. Los arcos fajones apoyan en pilastras con columnas adosadas rematadas con capiteles vegetales. Lo más interesante de esta iglesia está en los muros del presbiterio, donde se abren dos credencias que siguen la línea de las de San Vicentejo y Marquínez. Las de Albaina tienen también doble arco de medio punto con parteluz en el lado de la derecha. En este lado, el trasdós va decorado con pequeñas flores y el de la izquierda con un reticulado. Los capiteles tienen un decoración de motivos geométricos, entrelazos, zigzag y rosetas, en la misma línea que los existentes en la portada. Esta iglesia presenta una relación con la cercana de Marquínez, pero aquí con unos resultados mucho más modestos. Su estructura, a excepción del ábside, evidencia esta dependencia, pero la escultura se aleja notablemente de la riqueza decorativa de Marquínez. Conocemos la fecha de 1226 por la inscripción que se encuentra junto a la portada de Marquínez, lo que nos situaría a Albaina en una fecha similar o ligeramente superior a ésta.