Identificador
24327_01_002
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42º 35' 19.86'' , -4º 56' 37.19''
Idioma
Autor
Pedro Luis Huerta Huerta
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)
País
España
Edificio (Relación)
Localidad
Renedo de Valderaduey
Municipio
Villazanzo de Valderaduey
Provincia
León
Comunidad
Castilla y León
País
España
Claves
Descripción
LA ERMITA DE SAN ROQUE se halla situada a un kilómetro del pueblo, sobre una pequeña colina rodeada de tierras de labor, próxima al nacimiento del río Valderaduey. Se trata de una modesta construcción realizada en ladrillo con añadidos posteriores de adobe y tapial fruto de las continuas reformas de que ha sido objeto a lo largo del tiempo. El edificio consta de cabecera ligeramente poligonal al exterior y cuadrada al interior, una sola nave, portal cubierto en el lado sur y espadaña sobre el hastial occidental. Sólo el ábside, con su presbiterio, y el primer tramo de la nave corresponden al edificio primitivo. El resto de la construcción pertenece a etapas mucho más modernas. La maltrecha cabecera se articula en cinco paños decorados con arcos ciegos de medio punto, doblados y sencillos, dispuestos en dos niveles. La secuencia de la parte inferior quedó interrumpida por el añadido de dos contrafuertes de ladrillo construidos posteriormente y que incidieron directamente sobre alguno de los arcos. Esquema similar presenta la decoración de los muros correspondientes al presbiterio -con arcos ligeramente apuntados- y al primer tramo de la nave, si bien en este último caso la arquería superior se vio truncada por la línea del tejado moderno. Posteriormente se añadió la sacristía en su lado meridional ocultando en parte los arcos del muro de la nave, uno de los cuales se perforó para abrir la puerta. En el interior, la capilla mayor, de planta cuadrada, se cubre con bóveda de crucería octopartita y la nave con techumbre de madera. Los dos espacios se comunican a través de un arco de medio punto soportado por dos columnas provistas de capiteles y cimacios prerrománicos (siglo X) reutilizados de alguna construcción anterior. Son piezas decoradas con doble fila de acantos, palmetas y collarino sogueado, según el modelo habitual utilizado en las iglesias prerrománicas de la zona (Sahagún, San Miguel de Escalada y probablemente San Pedro de Eslonza). El paralelismo más cercano se establece con piezas de idénticas características procedentes del monasterio de Sahagún que se custodian en la propia localidad (Museo de las Madres Benedictinas e iglesia de San Lorenzo) y en los museos de León y Palencia. La presencia de estos capiteles está en relación con la reutilización de elementos escultóricos procedentes de viejos templos de época de la repoblación que fueron aprovechados como material de cantera para las construcciones llevadas a cabo en los siglos posteriores. Cabe pensar en el posible traslado de las piezas desde alguno de los monasterios citados anteriormente, sin descartar tampoco la existencia de una construcción pre rrománica en el mismo lugar o en sus inmediaciones, cuyos restos pudieron servir para la construcción del arco triunfal de la ermita. Hay que tener en cuenta además que en la torre de la iglesia parroquial del pueblo hay empotrado un relieve decorado con motivos geométricos que parece tener el mismo origen. En este sentido, hay que señalar que en sus inmediaciones, sobre las fuentes del río (ubi rivulos Aratoi exoritus), hubo un monasterio que se halla documentado en la segunda mitad del siglo XI, pero del que no hay más noticias. Justiniano Rodríguez apuntó, con reservas, la posibilidad de que se tratase del monasterio de San Vicente del que procede el códice de los Morales de San Gregorio o Morales de Job que se custodia en San Isidoro de León. Las características descritas permiten encuadrar este templo dentro de la arquitectura en ladrillo que se desarrolla a partir del foco de Sahagún en una fase bastante avanzada del estilo. El mismo concepto arquitectónico que vemos en la ermita de Renedo se detecta también en la de Nuestra Señora del Puente de esa localidad, dotada igualmente de cabecera poligonal y arquerías ciegas apuntadas. En ambos edificios se intuye ya un claro alejamiento del espíritu románico que va dejando paso a un incipiente goticismo constructivo materializado tanto en el apuntamiento de los arcos, como en la estructura y cubierta de la cabecera, elementos todos ellos que conducen hacía una cronología muy tardía que puede rondar el segundo tercio del siglo XIII.