Identificador
16903_02_002n
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
39º 48' 24.62'' , - 2º 9' 4.58''
Idioma
Autor
Iván Amor Carretero Gallarte
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)
País
España
Edificio (Relación)
Localidad
Valeria
Municipio
Valeras, Las
Provincia
Cuenca
Comunidad
Castilla-La Mancha
País
España
Claves
Descripción
SI EN LAS LÍNEAS ANTERIORES hemos tratado de la iglesia existente en la actual Valeria, en las que siguen nos ocuparemos de la antigua ciudad romana, donde hoy en día sobresale la pequeña figura de la ermita de Santa Catalina. Para acceder a ella, basta con llegar hasta la entrada a las ruinas (100 m a la derecha del pueblo actual) y tomar el primer sendero que nos conducirá hasta el cerro de Santa Catalina y, por ende, a su ermita. Desgraciadamente, en la actualidad el santuario, aunque reconstruido, sólo conserva su estructura exterior, y presenta su interior totalmente vacío. Los datos sobre su uso como ermita nos remiten a 1396, primer año en el que se nos indica la existencia de dicho templo. Sin embargo, su construcción habría que retrasarla dos siglos. Estamos, pues, ante el primer edificio religioso edificado por los primeros repobladores cristianos de la zona; aunque varios autores han querido ver una construcción romana reutilizada por los nuevos pobladores, nosotros seguimos la teoría de considerarla construcción original de los primeros cristianos de la zona. Dicha teoría viene reforzada por la edificación de la muralla, que se produce entre finales del siglo XII y principios del XIII, años establecidos también para la ermita. La pequeña iglesia cuenta con nave única, ábside semicircular, presbiterio recto y espadaña a los pies. Desgraciadamente la portada, situada en el muro sur, ha desaparecido casi por completo. Como es habitual, el templo se construye en mampostería con remates de sillar en las esquinas (aunque éstos han desaparecido por expolio o reutilización en otros edificios). Cabe destacar el uso de piedra en espiga (muro de espadaña), respuesta arquitectónica poco difundida en la provincia, ya que el uso de este aparejo simplemente aparece en la iglesia de Hortizuela. La espadaña consta de un único cuerpo, realizada en forma escalonada y con remate triangular, donde se sitúan los dos huecos para campanas (fruto de la última reconstrucción). Por otro lado, en el muro norte todavía se puede apreciar un pequeño canecillo, que nos indicaría la altura de la cornisa original. En cuanto a su interior, como ya dijimos totalmente desnudo, todavía conserva la separación entre presbiterio y nave, marcada por dos machones (quizá apoyo para el arco triunfal). También en el presbiterio se puede apreciar la plataforma del altar, al que se accede mediante tres gradas. Por último, hay que señalar la existencia de un banco corrido a lo largo de los muros del templo. También cabe indicar que en diferentes etapas se ha ido excavando el área cementerial (situada al Sur y Este de la ermita). Los enterramientos, fechados en torno a los siglos XIV-XV, nos indican la utilización de la zona como camposanto; aún habiendo dejado la iglesia como “entidad menor”, los feligreses del pueblo actual, devotos de este templo, siguieron siendo enterrados en esta zona