LA PORTADA Y PARTE DE LOS MUROS perimetrales de la desaparecida iglesia de San Tirso sirven de cierre al cementerio de la localidad, situado a unos trescientos metros del actual núcleo rural. Los vestigios de la iglesia de San Tirso, que probablemente lo fuese del despoblado de Mediniella, se reducen a la portada y la ventana integradas en el moderno muro del cementerio, para el cual reutilizaron sillares de la anterior construcción. Lo conservado se talló sobre excelente sillería arenisca de veta amarilla y grano fino, con la tradicional labra románica a hacha. La portada se abre en un antecuerpo saliente protegido por un tejadillo moderno sostenido por ocho canecillos, cuatro que dan al exterior y otros cuatro al interior del recinto. La portada está orientada al sur. Se compone de arco de medio punto liso y tres arquivoltas decoradas respectivamente y de interior a exterior con un friso de acantos geometrizados provistos de cogollos en sus puntas, bocel con cinco filas de billetes y trama romboidal entre cuartos de cañas con bolas. El conjunto está protegido por chambrana con perfil de mediacaña y decoración de bolas. Los arcos descansan sobre impostas a modo de cimacios corridos decorados con palmetas dobladas inscritas en roleos vegetales (en parte perlados) y jambas acodilladas con un par de columnas soportando la arquivolta abilletada. Sus capiteles son vegetales y se decoran con acantos de nervio central horadado con puntos de trépano y cogollos en sus puntas, del mismo tipo que los vistos en la primera arquivolta. Los fustes son monolíticos y las basas presentan perfil ático de toro inferior prominente. Lave enroscada y acanto con bola en su punta por lo que respecta a los exteriores y personaje masculino, cuadrúpedo, ave y perfil de nacela los del interior. La talla seca y angulosa, el tipo de decoración vegetal conservado y la figura del ave de uno de los canecillos pone la escultura de Vega de Bur en estrecha relación con la portada de Dehesa de Romanos, hasta el punto de poder hablar aquí de identidad de taller. José Luis Hernando, en su estudio sobre la pervivencia de la estética románica en obras tardomedievales del norte palentino señala la vinculación de esta portada con los autores de los elementos no figurativos de la portada de San Juan Bautista de Moarves de Ojeda, lo cual determina para Vega de Bur una cronología en torno a los últimos años del siglo XII y principios del XIII. En los cercanos ejemplos de San Vicente de Vega de Bur, de la parroquial de Quintanatello y de Payo de Ojeda, veremos la pervivencia de estos modelos o su recreación en fechas que alcanzan los siglos XIV y XV. En el interior del recinto del campo santo se conserva igualmente una pila bautismal, en arenisca, de perfil troncocónico invertido y carente de decoración.