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Capitel con grifos de la portada

Identificador
42212_04_001
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
41º 24' 40.49" , -2º 36' 18.8"
Idioma
Autor
José Manuel Rodríguez Montañés
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de San Pedro Apóstol

Localidad
Lodares del Monte
Municipio
Almazán
Provincia
Soria
Comunidad
Castilla y León
País
España
Descripción
LA IGLESIA DE LODARES, edificio de nave única con cubierta de madera, cabecera cuadrada y torre cuadrada en el costado sur del hastial occidental, fue reconstruida en época moderna (siglos XVII-XVIII), aunque mantuvo de la primitiva fábrica tardorrománica la portada, abierta en el muro meridional de la nave y protegida por un pórtico contemporáneo a dicha reforma. También en la cabecera son visibles algunos sillares con marcas de labra a hacha, sin duda aprovechados de la obra románica. Se compone la portada de arco de medio punto liso y tres arquivoltas, la interior ornada con un bocel sogueado, la media con una mediacaña entre dos junquillos y la exterior con un baquetón, rodeándose el conjunto con un tornapolvos con perfil de nacela. Apean estos arcos en jambas escalonadas -coronadas por imposta con perfil de listel, fina arista, bocel y nacela-, en las que se acodillan dos parejas de columnas sobre rehecho zócalo. Sus basas, finamente trabajadas, presentan perfil ático, con toro inferior aplastado, sobre plinto. Los capiteles que las coronan presentan decoración vegetal y fauna fantástica. El exterior del lado izquierdo del espectador presenta una pareja de grifos opuestos que vuelven sus cabezas, sobre un fondo de hojas rematadas en caulículos. Su compañero de este lado muestra dos niveles de hojas lanceoladas y cóncavas, rematadas en caulículos, bajo los que albergan piñas y peltas. El capitel interior del lado derecho es asimismo vegetal, con un solo piso de alargadas hojas rematadas en caulículos y acogiendo piñas; el exterior, por su parte, muestra dos híbridos de cuerpo equino y parte anterior de arpía, aladas y con cabeza humana velada, afrontadas a ambos lados de una palmeta. La talla es ruda, denunciando la escasa pericia del artífice quien, sin embargo, demuestra conocer el repertorio decorativo de la corriente escultórica de raigambre burgalesa que, a partir del taller de la sala capitular de El Burgo de Osma, renovó la plástica del románico final soriano. Los modelos evidencian, pese a su evidente rudeza, su lejana inspiración en tales grandes obras (El Burgo, Silos, Moradillo de Sedano, etc.), aunque lógicamente se aproximan más a la ruralización de dichos modos que vemos en la galería de Barca, donde tenemos las características hojas cóncavas y lisas que albergan bolas o piñas en sus puntas, las cestas del arco triunfal de Villasayas, etc. El característico perfil de las impostas de Lodares repite el de la portada de Villasayas; un bocel sogueado aparece también en las portadas de Brías y Matamala de Almazán, esta última decorada con un Bestiario de clara inspiración oxomense. Por todo ello, esta portada de Lodares debe ser obra tardía, de los años finales del siglo XII o incluso los primeros del XIII.