EL TEMPLO responde a una simplificación de los modelos internacionales introducidos por la ruta jacobea a través del puerto de Leitariegos. Estos modelos tuvieron una amplia difusión dentro del territorio cangués, pero siempre simplificados y adaptados a las condiciones de esta zona del territorio suroccidental asturiano. La estructura del templo es de gran sencillez: nave única cubierta con armadura de madera y presbiterio de testero plano cerrado actualmente con una bóveda de arista que sustituye a la primitiva, que sería de cañón. Este último espacio está precedido de un arco triunfal semicircular, bien dovelado, que apoya sobre sendas columnas dotadas de capiteles tallados. Estas columnas, que se presentan semiembebidas, no son monolíticas; están formadas por varias piezas circulares apoyadas sobre sencillas basas de plinto, toro y escocia. Los capiteles presentan elementos puramente ornamentales, recurrentes en el occidente astur. El capitel izquierdo, de tosca factura, se compone de un motivo de seis cadenas, que realizan un movimiento vertical en abanico, flanqueado por dos remates en bola concordantes con las esquinas exteriores de la composición. Sobre el conjunto se sitúa una imposta tallada con una hilera de círculos que encierran un motivo de tres aspas, a modo de trisquel. El capitel derecho, también de tosca factura, repite el mismo esquema que su opuesto, pero cambia el motivo de las cadenas por el de una retícula romboidal. La imposta que culmina este capitel también repite el mismo ornamento que la del capitel izquierdo, pero en este caso se encuentra en un peor estado de conservación.