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Ábside y muro norte de Sant Miquel del Mas de San Miquel

Identificador
25005_04_001
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42.343710, 1.513100
Idioma
Autor
Esther Solé Martí
Colaboradores
Sin información
Edificio (Relación)

Sant Miquel del Mas de Sant Miquel

Localidad
Alàs i Cerc
Municipio
Ortedó
Provincia
Lleida
Comunidad
Cataluña
País
España
Ubicación

Sant Miquel del Mas de San Miquel

Claves
Descripción

ALÀS I CERC

Capilla de Sant Miquel del Mas de Sant Miquel

Esta capilla, dedicada a san Miguel, está adosada al flanco septentrional de la masía homónima, localizada en las inmediaciones de Artedó. Pese a formar parte de una propiedad privada, el acceso no reviste dificultad, pues tan sólo debe recorrerse la pista que arranca hacia el Noreste cerca del kilómetro 2 de la carretera LV-4008, alrededor de 1 km antes de entrar en Artedó. Señalada en su inicio con marcas de sendero amarillas y blancas, la pista se encuentra en buen estado, y si se opta por recorrerla a pie, deberá emplearse alrededor de media hora.

 

Las referencias documentales acerca de este pequeño templo que pueden destilarse de las fuentes medievales conservadas son notablemente escasas, hasta el extremo de no disponer de menciones explícitas e unívocas sobre la capilla. No obstante, en varios documentos comerciales y notariales fechados en el siglo xi se han detectado menciones a un territorio bajo la advocación del titular de la capilla, ubicados en el área que nos ocupa. Como viene siendo habitual en este tipo de documentación, las menciones que evocan la posible existencia de un templo son empleadas como referencias geográficas para trazar los límites de terrenos que eran objeto de transacción. Ejemplos de ello son un documento de venta fechado en 1019, donde Sancti Mikaelis es citado como afrontación de una parcela localizada in apendicio Sancti Stephani de Alasse, in locum que dicitur Salitello. Sancti Mikael es referenciado como el límite de otro terreno del valle Ursian (de Cerc) vendido en 1051. Unos treinta años más tarde, en 1085, la misma referencia es empleada en un documento de venta para delimitar unos terrenos ubicados en la misma zona. Finalmente, entre la documentación medieval cabe destacar un cabreo de los alodios de la catedral en Alàs y Artedó redactado entre los siglos xi y xii, donde nuevamente se menciona Sancti Michaelis como afrontación de un alodio sito en el término de Artedó. Las referencias explícitas a la iglesia de Sant Miquel se remontan a las visitas pastorales realizadas por el obispado en época moderna. No obstante, éstas revelan que en el siglo xviii, Sant Miquel era un templo secundario, que en el siglo xx se incorporó al culto de la parroquia de Artedó hasta caer en completo desuso. La existencia del edificio adyacente al templo es documentada desde época moderna (conocido como casa de Sant Miquel), y recientemente –en el último cuarto del siglo xx, aproximadamente– ambas estructuras fueron objeto de una profunda intervención de restauración y adecuación del conjunto.

 

Identificada como Sant Miquel Rodat por Vidal y Vilaseca, la pequeña capilla se yergue sobre un afloramiento de roca, con una construcción adosada a su flanco meridional. Se trata de una pequeña iglesia compuesta por una sola nave y un ábside semicircular de menores proporciones, que exteriormente se entrega directamente a la nave. El conjunto fue construido empleando bloques de caliza de tamaño desigual, toscamente tallados aunque dispuestos en hiladas. El aparejo de la nave es especialmente irregular, mientras que el del ábside se presenta más ordenado, a pesar de la variedad de tamaños de los bloques empleados en su construcción. De hecho, la lectura del paramento del ábside sugiere la sucesión de, por lo menos, dos fases constructivas, visibles tanto por el color del material pétreo como por las diferencias entre el acabado y el tamaño de los bloques empleados. El ábside es perforado por una pequeña ventana de doble derrame abierta inmediatamente bajo el alero del tejado y resuelta exteriormente con un arco abocinado con las dovelas de piedra toba, sobre un grueso antepecho monolítico de caliza.

 

El conjunto está cubierto por un tejado de losas de piedra –renovado y ejecutado sobre la cubierta antigua–, dispuestas a dos aguas sobre la nave y en modo troncocónico sobre el ábside, y la fachada occidental es rematada por una espadaña de un solo ojo con arco de medio punto, que aloja una pequeña campana.

 

El edificio es practicable a través de la puerta abierta en el eje de la fachada occidental, levantada por un escalón y singularizada con un vistoso arco de medio punto ejecutado con las dovelas a sardinel. El resto de la fachada es especialmente opaco, tan sólo perforado por una saetera en la parte alta, la cual es acompañada de una gran cicatriz de una grieta –hoy reparada– que recorre el flanco sur del muro. Por otra parte, el sector meridional que no contacta con el edificio colindante presenta un gran vano de medio punto a media altura, actualmente cerrado con una verja de forja. Según descripciones anteriores, parece que este vano permitía el acceso al coro desde la construcción adyacente, pero posteriores remodelaciones han dejado este espacio a la vista.

 

En el interior de la capilla, de reducidas dimensiones, cabe destacar las estructuras que articulan la transición entre la nave –cubierta con la techumbre sobre una armadura de madera– y el ábside, cerrado con bóveda de cuarto de esfera: se trata de dos elementos preabsidales de notable grosor, cubiertos con sendos tramos de bóveda de cañón. El elemento situado en el flanco oeste aloja un pequeño nicho en el muro meridional, mientras que el arco inmediatamente anterior al ábside presenta una ligera desviación respecto al eje del sector occidental de la construcción, característica que se repite en el ábside, aunque la irregularidad resultante no es especialmente visible en alzado, sino que se revela principalmente a nivel de planta.

 

Esta pequeña capilla, sin duda un templo para el culto particular de la masía en la que se encuentra, presenta un estado loable gracias a los recientes trabajos de restauración de los que ha sido objeto. Su filiación románica es innegable, y pese a que apenas se conserva documentación al respecto, no es descabellado considerar que se trata de una construcción que mayormente hunde sus raíces hasta la época del románico pleno, aunque debe considerarse la posibilidad de la existencia de un edificio o estructura anterior.

Texto y foto: Esther Solé Martí - Plano Christine Terrier

Bibliografía

 

Baraut i Obiols, C., 1981, pp. 67-71; Baraut i Obiols, C., 1982, pp. 37-38; Baraut i Obiols, C., 1983, pp. 23-24; Baraut i Obiols, C., 1984-1985b, pp. 130-131; Baraut i Obiols, C., 1988-1989, pp. 179-180; Catalunya Romànica, 1984-1998, VI, pp. 112-113; Vidal Sanvicens, M. y López i Vilaseca, M., 1977, pp. 258-259 y 263.