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Ábside de Sant Pere de Castellbò

Identificador
25140_08_020
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
Sin información
Idioma
Autor
Esther Solé Martí
Colaboradores
Sin información
Edificio (Relación)

Sant Pere de Castellbò

Localidad
Castellbó
Municipio
Montferrer i Castellbó
Provincia
Lleida
Comunidad
Cataluña
País
España
Claves
Descripción

MONTFERRER I CASTELLBÒ

Iglesia de Sant Pere de Castellbò

Al Norte de Castellbò, en el extremo meridional del lugar conocido como Les Freixetes y visibles desde cierta distancia, se encuentran los restos de varias estructuras, entre las cuales destacan las de la iglesia de Sant Pere de Castellbò. Desde Castellbò es necesario tomar la pista que cruza el río y avanza hacia el Norte en dirección al núcleo de Solanell. Tras aproximadamente 1,5 km, el camino se bifurca, debiéndose tomar el ramal derecho hasta llegar al caserío de Mas d’en Pere. Desde este punto es preferible continuar la aproximación a pie, siguiendo hasta el prado donde finaliza la pista,. Una pequeña senda indica los mejores pasos para vadear el torrente que bordea la peña de Les Feixetes por el Oeste, y una vez en su margen izquierda, la misma senda indica las mejores vías para adentrarse en la peña, tendiendo ligeramente hacia el Sur. A pesar de la densidad de la vegetación, los restos son visibles desde la distancia y, una vez en el bosque de las inmediaciones, se revelan rápidamente, siendo la iglesia la estructura del sector septentrional.

 

Se conservan escasas referencias documentales a un templo en Castellbò bajo la advocación de san Pedro, concentradas a finales del siglo x y mediados del xi, todas ellas en documentos de carácter testamentario. La mención más antigua se remonta al año 994, cuando el vizconde Guillem i de Urgell dictó testamento y dejó un viñedo ad sanctum Petrum, qui est in Castro Leoni. En 1035, Seniofred testó antes de partir a Santiago de Compostela, legando un alodio a santum Petro de Castelbo. Finalmente, en 1064 se realizó la publicación sacramental de un testamento que, entre numerosas donaciones, estipulaba varias a favor de ipsa ecclesia Sancti Petri de Kastrobonum. Ahora bien, el Spill manifest de totes les coses del vescomdat de Castellbò, redactado en 1519, revela que la capilla del castillo de Castellbò estaba bajo la advocación de san Pedro y san Francisco, cuya liturgia se incorporó a la de la colegiata de santa Maria una vez constituida. Podría considerarse que el templo que nos ocupa es efectivamente la capilla castral de Castellbò, pero este supuesto pierde todo fundamento ante el hecho de que los restos de esta iglesia no se encuentran dentro del recinto del castillo de Castellbò ni a una proximidad razonable de éste o de la colegiata. Del mismo modo, tampoco debe obviarse el hecho que esta iglesia está acompañada de restos de otras estructuras, lo que lleva a pensar que nos encontremos ante un núcleo de población no identificado y abandonado en época incierta.

 

Se trata de un edificio de una nave rectangular y un ábside semicircular de menor anchura, construido empleando piezas planas de esquisto de tamaño variable, apenas desbastadas, dispuestas en hiladas y ligadas parcialmente con mortero. Pese a que la cubierta y la parte alta de los muros no se han conservado, destaca especialmente la cara interior del muro septentrional, en cuyo flanco más cercano al presbiterio pueden observarse varias hiladas dispuestas en opus spicatum. El edificio es practicable a través de la puerta abierta en el sector occidental del muro sur. La lectura de los paramentos sugiere que el templo disponía tan sólo de un vano de derrame simple abierto en el eje del ábside.

 

Varias estructuras de difícil interpretación sin un trabajo arqueológico previo acompañan al conjunto: la fachada occidental se prolonga mediante un muro de ejecución posterior a la construcción del templo, aunque con aparejo similar, y este muro define un espacio donde se levanta un pilar de características semejantes. El flanco oriental de este espacio se cierra con una estructura mural de notables dimensiones, tradicionalmente interpretada como una espadaña, la cual a su vez conecta con los cimientos del ábside, aunque no se trata de estructuras contemporáneas.

 

El interior del templo se encuentra muy colonizado por la vegetación, pero aun son visibles varias estructuras, como la parte inferior de un elemento que articula la transición entre la nave y el ábside, claramente asimilable a un arco de triunfo, a su vez elevado sobre lo que podría interpretarse como un escalón. Además, en el espacio inmediatamente anterior al presbiterio, un nicho cuadrangular perfora el muro meridional mientras cuatro cicatrices de viga y los restos de la base de dos muros revelan la presencia de una estructura, hoy destruida, en la esquina noroccidental del templo.

 

La potencia del conjunto, ademas del hecho de estar acompañado por varias estructuras que sugieren la existencia de un núcleo de población aun por identificar, requieren de estudios en profundidad para poder trazar conclusiones definitivas. El uso de opus spicatum, habitual en el valle de Castellbò, puede interpretarse como una particularidad territorial surgida de la pervivencia –alrededor del siglo xi– del uso de determinadas formas constructivas en un entorno eminentemente rural, agrupado, en el caso que nos ocupa, en el vizcondado de Castellbò.

 

Texto y foto: Esther Solé Martí

 

Bibliografía

 

Baraut i Obiols, C., 1980, pp. 70-71; Baraut i Obiols, C., 1981, pp. 175-176; Baraut i Obiols, C., 1983, pp. 124-126; Catalunya Romànica, 1984-1998, vi, p. 233; Gascón i Chopo, C., 2009, pp. 123-124; Tragó, P., 1982, p. 9.