Identificador
34006_01_005n
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
41º 48' 45.92'' , -4º 21' 53.81''
Idioma
Autor
Sin información
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)
País
España
Edificio (Relación)
Localidad
Alba de Cerrato
Provincia
Palencia
Comunidad
Castilla y León
País
España
Claves
Descripción
LA PARROQUIA DE ALBA DE CERRATO es un templo de plan rectangular compuesto por tres naves, la central más ancha y alta que las laterales. Un único ábside poligonal, con tendencia al semicírculo, remata la nave principal hacia el este, y una torre adosada la prolonga por el oeste. El acceso se realiza a través de dos portadas abiertas en el penúltimo tramo de las fachadas meridional y septentrional. Completa el edificio una sacristía cuadrangular adosada al testero plano de la nave del evangelio. El aspecto actual, tanto externo como interno, es el resultado de su casi total reedificación en el siglo XVII, en el que sin embargo se aprovecharon algunos elementos de la fábrica precedente, que todavía se conservan. Éstos componen, junto con los ábsides de Santa María de la Vega, Población de Soto y Arenillas de San Pelayo, el escaso acervo de arquitectura románica de ladrillo que se ha conservado en tierras palentinas. La primitiva iglesia de Nuestra Señora del Cortijo puede fecharse en la segunda mitad del siglo XIII. Las reformas del seiscientos respetaron la originaria estructura medieval y el ábside. La distribución del espacio interior se articula en torno a tres parejas de pilares cruciformes sobre los que voltean fajones doblados de medio punto. La cubierta primitiva debió ser de madera según parece atestiguarlo la pervivencia de algunas vigas con restos de inscripciones en letra gótica. Una imposta de ladrillos en resalte, de la que sólo ha perdurado un fragmento en el hastial occidental, recorrería todo el perímetro marcando horizontalmente la separación de muros y cubiertas. Es el ábside la parte mejor conservada del edificio del siglo XIII. Sobre un podio de sillería caliza se eleva un hemiciclo de ladrillo formado por la unión de ocho paños. Consta de tres cuerpos animados por arcos de medio punto, cegados y doblados en los dos inferiores, y simples cobijados por alfiz en el superior, siguiendo un esquema que recuerda el de la iglesia de San Lorenzo el Real de Toro (Zamora). Encima de ellos, un moderno cuerpo de piedra prolonga el alzado hasta el alero. Un enorme retablo barroco y el estucado impiden apreciar el desarrollo y materiales interiores, así como la forma real del cubrimiento, en el que el yeso simula gallones. En el siglo XVII se acometieron importantes reformas y añadidos para los que se usaron sillares de blanca caliza y buen corte, extraída de los páramos cercanos. Los muros meridional y septentrional fueron derruidos, levantándose en su lugar sendas fachadas de armoniosas trazas. Las portadas, austeras en su ornato, se abrieron en el tercer tramo, siendo adintelada la del sur y con un sencillo arco de medio punto la opuesta. Adosada al hastial se elevó la torre, de planta cuadrada, con tres cuerpos de los cuales solamente el último está perforado por estilizados vanos de medio punto. Este espacio nuevamente acotado, en el que se mantuvo la estructura anterior, se cubrió con bóvedas de arista de ladrillo, estucadas y reforzadas por fajones. En el último tramo de las naves se habilitó un coro alto que descansa sobre un amplio arco apuntado. Las vigas del sotocoro componen un alfarje de inequívoco gusto mudéjar, con decoración de toscos animales y motivos incisos (estrellas, medias lunas, etc.). Prolongando la nave del evangelio hacia el este se construyó una sacristía, con las mismas dimensiones que el brazo del crucero. La proximidad y abundancia de bodegas en el entorno han provocado la cesión de los cimientos y el resquebrajamiento de los bien aparejados muros, que recientemente han debido ser apuntalados con un aparatoso estribo metálico.