Casa fuerte de la Rovira

Lo que queda de la antigua casa fuerte de la Rovira, llamada también la domus (o el castillo) del Mas Carbó, se ubica en un monte de 1062 m de altitud cerca del Mas Carbó, en el sector suroccidental del término de Sant Hilari Sacalm. Se llega a las ruinas por la carretera que va en dirección al Pla de les Arenes (GI-541), tomando, a unos 5 km, una pista forestal que sale a mano izquierda y que conduce hasta a los terrenos de dicho manso; un poco más lejos, subiendo a través del bosque, se llega a los restos de la casa fuerte.

En sus inicios, dicha edificación formó parte de los dominios de la familia Salitja, igual que la casa fuerte de Vallors y el castillo de Solterra, en el mismo municipio de Sant Hilari. La primera noticia que hay del edificio es del año 1252, cuando era propiedad del noble Guillem de Salitja. A finales del siglo xiii la casa pasó a los Gurb, nobles cuyo linaje permaneció ligado a ella hasta el siglo xv. Cuando los Gurb trasladaron su residencia a la población de Sant Hilari, la domus de la Rovira cayó en decadencia. 

Actualmente los restos se encuentran en estado de abandono. Se pueden diferenciar dos habitaciones rectangulares, y una tercera estancia de la que se conserva solo un paño de muro. Posiblemente, el acceso estaba situado en la habitación central. Entre los años 1924 y 1926 se realizó una importante campaña arqueológica, impulsada por el entonces propietario del Mas Carbó y el arquitecto J. M. Pericas, que puso al descubierto la estructura alargada de la construcción, con varias aspilleras y rodeada por un foso, así como los restos de una escalera y de varios arcos en el piso inferior. 

El estado de abandono en que se encuentran hoy los restos, y la abundante vegetación que ha crecido en su interior, no permiten ver con claridad la estructura de la antigua casa fuerte. Si se diferencian algunos muros y las aspilleras situadas en la pared suroeste. El  aparejo está formado por bloques desbastados de forma regular formado muros de un metro de ancho aproximadamente. Por sus características se podría datar la construcción aproximadamente a finales del siglo xii o principios del xiii.

Texto: Marina García Carbonell

Bibliografía

Catalunya Romànica, 1984-1998, V, pp. 328-329