Santa Magdalena de les Planes
Iglesia de Santa Magdalena de les Planes
Para llegar a la pequeña iglesia de Santa Magdalena, desde la carretera C-26 de Solsona a Berga, poco antes de llegar a Navès, se ha de tomar a la izquierda el desvío de Besora. Aproximadamente a la altura de la masía de les Planes, que queda a la derecha, sale, a la izquierda, una pista forestal que lleva a este templo, situado en un punto elevado dentro de la propiedad de la masía homónima.
Escasean las noticias relativas a Santa Magdalena de época medieval. La iglesia aparece mencionada en la lista de parroquias que figuran en el acta de consagración de La Seu d’Urgell. Aunque, como es bien sabido, la datación que en ella aparece (839) no puede tomarse como cierta, la mención de la iglesia en el acta permite adivinar su carácter parroquial. Al margen de este controvertido documento, es necesario avanzar hasta el siglo xiv para encontrar de nuevo referencias a Santa Magdalena de les Planes. Según un documento de 1369, el párroco de Besora oficiaba misa en la iglesia a cambio de una retribución monetaria.
La iglesia de Santa Magdalena de les Planes presenta una singular estructura, muy posiblemente fruto de distintas etapas constructivas. Cuenta con una nave rectangular, muy corta y, en su extremo noreste, con un ábside de planta semicircular ultrapasada, que se acerca bastante a la planta circular. Ambos espacios se conectan gracias a un arco de medio punto en degradación, en cuyas jambas se hallan unos relieves que, como se verá, algunos autores consideran como fragmentos de un sarcófago. Exteriormente, el ábside, que carece de decoración, presenta un potente zócalo que ocupa buena parte de su paramento. Dos ventanas se abren en el mismo, una en el centro, ligeramente desviada, y otra, algo más alargada, en su lado sur. Ambas, de una extrema sencillez, tienen doble derrame y están rematadas en la parte superior por un arco semicircular monolítico. Tanto los muros laterales, como la fachada occidental, son lisos. La puerta de acceso que facilita el templo se encuentra en el tramo oeste del muro meridional, y está formado por un arco de medio punto con dovelas de dimensiones considerables. El templo cuenta, además, con una ventana rectangular en el frontis. Éste está coronado por un campanario de espadaña, modificado en el transcurso de las recientes intervenciones.
En el interior, el ábside se cubre con bóveda de cuarto de esfera ligeramente ultrapasada y la nave con bóveda de cañón, muy modificada.
Esta peculiar estructura ha dado lugar a distintas interpretaciones. Jordi Vigué y Joan-Albert Adell defienden que su origen fue el de una iglesia de planta circular a la que se adjuntó, posteriormente, una nave. Sin ser la planta circular un modelo de planta abundantemente utilizada en territorio catalán, se encuentran ejemplos notables, tales como la cripta del Pesebre de Cuixà (Conflent) o la desaparecida rotonda de Vic (Osona), además de otros mucho más modestos como Sant Miquel de la Pobla de Lillet y Saldes, ambos en el Berguedà; la capilla del castillo de Lluçà, en Osona; o la de Sant Adjutori en Sant Cugat del Vallès. Sería en esta tradición en la que cabría contextualizar el edificio circular de Santa Magdalena. No obstante, es preciso señalar que la iglesia se diferencia planimétricamente de la mayoría de ellas –exceptuando la de Sant Adjutori– por carecer de un ábside semicircular. Por sus características constructivas, parece apropiado situar cronológicamente esta parte de la construcción ya entrado el siglo xii. La existencia de una tumba antropomórfica de un niño bajo el altar ha hecho suponer que en origen el edificio tendría un uso funerario. A la hipótesis formulada por Vigué y Adell, puede añadirse que, como señaló Puig i Cadafalch, la estructura de planta circular –heredera de una rica tradición– fue adoptada en edificios de uso funerario como Sant Pere el Gros de Cervera (Segarra). En esta misma línea, se puede situar la iglesia monástica de Sant Sebastià del Sull, en Saldes (Berguedà), donde Manuel Riu halló un cuerpo sepultado en la zona absidal. Volviendo a las dos partes del edificio de les Planes, Adell y Vigué admiten que el aspecto de la nave se parece más a las fórmulas arquitectónicas de finales del siglo xi, pero aún así lo consideran necesariamente posterior a la estructura circular, a la que se adjuntó. Por el contrario, Mateo Vidal y Montserrat. Vilaseca, apoyándose en la lectura de los muros que, según su opinión, determinan una mayor antigüedad de la nave, defienden la hipótesis contraria. En su opinión la construcción de la nave precede a la de la cabecera, la cual, a su vez, habría sustituido a un ábside anterior. Refuerza su hipótesis la comparación con la iglesia de Sant Salvador de Puigsec (Lladurs, Solsonès) cuyo ábside, introducido por un arco preabsidal apuntado, presenta similitudes con el de les Planes.
Careciendo de más datos, que podrían ser aportados por un adecuado estudio arqueológico, es difícil determinar el origen y la evolución arquitectónica del edificio. Aún así, parece más atinado considerar que existiera en un principio un espacio cultual –probablemente destinado al uso funerario– al que se añadió una nave en su extremo occidental, de modo que el antiguo espacio circular adoptase la función de ábside en la construcción resultante.
En cuanto a la datación de ambas partes de la iglesia, es difícil aventurarse a proporcionar una cronología precisa por distintos motivos. En primer lugar, por las evidentes reformas y trabajos de mantenimiento que se han llevado a cabo –como en la bóveda de la nave, recientemente modificada por sus propietarios–. Y, en segundo lugar, porque, como es bien sabido, no es nada extraño que las modestas construcciones rurales utilicen fórmulas ancladas en la tradición sin incorporar, necesariamente, los nuevos modos constructivos.
En cuanto a los relieves de las jambas del arco preabsidal, en el intradós del arco, tanto a la derecha como a la izquierda, figuran sendos castillos con almenas y dos torres y, en su parte inferior, dos parejas de animales cuadrúpedos. Además, a la derecha, en la cara exterior, se representa una cruz griega, bilobulada y astada. Tanto Vidal y Vilaseca como Sitjes proponen que estos relieves podrían proceder del sarcófago de un niño, por sus dimensiones, y que fueron encastados a posteriori en la jamba del arco.
El aspecto actual que ofrece hoy en día el edificio es parcialmente deudor de los trabajos de mantenimiento llevados a cabo por sus propietarios, quienes consolidaron el tejado y la bóveda (que, como puede apreciarse, ha sido modificada), además de retirar el encalado que cubría buena parte del interior. Años atrás, procedieron a sustituir el antiguo altar (que puede verse en fotos antiguas) por el pétreo actual. En el transcurso de esta intervención se perdió el retablo que se situaba en el ábside. A pesar de estos cambios, la conservación de la iglesia de Santa Magdalena de les Planes parece asegurada.
Texto: Montserrat Barniol López - Fotos: Antoni Martín Monclús AMM/ Montserrat Barniol López - Planos: Antoni Martín Monclús
Bach i Riu, A., 1988, pp. 20-21; Catalunya Romànica, 1984-1998, XIII, pp. 176-177; Riu i Riu, M., 2006-2007, pp. 440-441; Sitjes i Molins, X., 1994, pp. 81-83; Vidal Sanvicens, M. y Vilaseca López, M., 1979, pp. 103-104 y 149-151; Vigué i Viñas, 1975, pp. 209-212.