Sant Feliu de Buixalleu
SANT FELIU DE BUIXALLEU
Con una extensión de 61,6 km², el municipio de Sant Feliu de Buixalleu se extiende por el margen izquierdo del río Tordera y comprende el valle medio y bajo de la riera de Arbúcies. El municipio también es drenado por el arroyo del Repiaix, que lo separa del municipio de Breda y forma, en buena parte, el límite occidental del término hasta su confluencia con la Tordera.
El territorio, de gran belleza paisajística, es montañoso, especialmente en el sector norte, situado en las estribaciones de los macizos del Montseny y de les Guilleries, donde abundan los bosques de encinas, alcornoques, pinos y castaños. Comprende los pueblos de Sant Feliu de Buixalleu, cabeza del municipio, Gaserans y Grions, el vecindario del Carrer del Montseny y varias urbanizaciones.
El sector meridional es atravesado por la línea de ferrocarril y por la carretera C-35, a la que se puede acceder, a la altura de Hostalric, desde la autopista AP-7. De la C-35, en el límite con el término de Hostalric, parte un ramal hacia Arbúcies que continúa paralelo al arroyo del mismo nombre y del que sale otro pequeño ramal hacia el pueblo de Sant Feliu de Buixalleu.
En el término destaca el castillo de Montsoriu, documentado desde el 1002, que se halla inmerso en un importante proceso de restauración. Se puede visitar los fines de semana, previa reserva.
Texto: MJV
Iglesia de Sant Feliu de Buixalleu
La parroquia de Sant Feliu de Buixalleu se encuentra en el centro del núcleo urbano del mismo nombre. La primera noticia sobre este templo, datada en el año 1019, se recoge en una donación a la catedral de Girona donde el templo es mencionado como Sancti Felicis de Bursoleu.
El edificio primitivo era una iglesia románica de una sola nave, con ábside semicircular, que fue ampliada en época gótica con dos naves laterales, cubiertas con bóvedas de crucería. La estructura fue sobrealzada el siglo xvii, y se construyó un porche y una nueva puerta de acceso.
De época románica se conserva especialmente la estructura de la actual nave central, que cubre con una bóveda de cañón ligeramente apuntada, y también el cilindro absidal, en el que se abre una ventana de doble derrame, situada en el centro. Se conserva también el campanario de planta cuadrangular, con sus dos primeros pisos fechados igualmente en el siglo xi, ambos decorados con una ventana geminada por lado. El tercer piso, con ventanas apuntadas y cubierta piramidal, fue añadido en época posterior.
Existen noticias de la conservación, en el interior del templo, de diferentes elementos escultóricos que habrían formado parte de la fábrica original románica. Uno de las partes más destacables era la portada, hoy desaparecida pero que conocemos gracias a una fotografía antigua conservada en el Fons Salvany de la Biblioteca de Catalunya. La imagen que muestra el aspecto de la portada románica a principios de siglo que se encontraba situada en el muro de mediodía.
En el altar se conservan actualmente dos medias columnas con sendos basamentos, reaprovechadas como soporte de una pila bautismal moderna. Se trata de dos columnas estriadas realizadas con piedra caliza, cuyas bases son decoradas por cuatro animales fantásticos en posición yacente; por sus características, podríamos fecharlas entre finales de siglo xi o principios del xii. Lo sorprendente es que las columnas parecen no coincidir con las que hay en la portada de la fotografía antigua.
Texto: Marina García Carbonell – Planos: Isabel Font Mercader
Bibliografía
Catalunya Romànica, 1984-1998, V, pp. 323-324; Monsalvatje y Fossas, F., 1889-1919, XVIII, pp. 51-52.